Diariofolk

Afuera es una noche desapacible de otoño en Buenos Aires, de esas que invitan a quedarse en casa. Puertas adentro, el clima es muy distinto, luminoso. A lo largo de casi dos horas intensas allí se respirará poesía, belleza, confraternidad y hasta alguna dosis de buen humor. El cantautor argentino Omar Giammarco está mostrando por cuarta vez las canciones que conforman su último trabajo discográfico, Las razones del corazón; y lo hace en Pista Urbana, el local del porteñísimo barrio de San Telmo que desde hace cuatro años viene albergando su ciclo Cocina de Autor. Un ritual donde confluyen la música de raíz folclórica y la urbana, el rock y las baladas, la poesía del barrio y de la infancia, las historias fantasiosas. Historias como la que cuenta Azar, sobre un hombre que aparenta ser un jugador de punto y banca cuando en realidad es “un guerrero luchando contra la ordinariez de la vida” (Giammarco dixit).

Como sucede habitualmente en este ciclo, un punto fuerte son los músicos invitados. Una certeza de la que dan cuenta nombres como los de Lidia Borda, Cucuza Castiello o Dolores Solá, sin ir más lejos. Esta noche será el turno de las cantantes Mariana Mazú y María de los Angeles “La Bruja” Salguero.

La primera de ellas sube al escenario para compartir con Omar una encantadora versión de El amor acecha y otra de Amores varones, una canción que integra el reciente álbum de Mariana y que lleva música de Giammarco y letra del uruguayo José Arenas, a cuya interpretación se suma el músico y productor Pelu Romero. A su turno, La Bruja Salguero –que también está lanzando disco nuevo– le pondrá su voz a Sonámbula, un tema que calza como un guante a su personal estilo interpretativo.

Entre ambos momentos de la noche brilla Migas de pan, ese diálogo entre un hombre y el niño que alguna vez fue, sin duda uno de los puntos más altos de Las razones del corazón. Y el segmento más folclórico del álbum estará protagonizado por la vidalita Polen (otra vez la pluma de José Arenas) y De copas ajenas, un tango que Omar guardó durante diez años hasta encontrar la inspiración para sus versos.

El broche de oro del nuevo repertorio llega con una intensa y emotiva canción de amor que Giammarco parece cantar con el corazón en la mano: Luminosa. Pero no será el final, sino el principio de una segunda parte donde aparecen los “grandes éxitos” del cantautor. Con el piano inspirado de Daniel Godfrid y esporádicas apariciones de Ale Nuin a la flauta travesera sonarán, entre otras, la conmovedora Kong, las muy rítmicas Luz mala y Milagrera (canción que grabara con la mexicana Lila Downs), la infaltable No me dejes un domingo y los contagiosos aires de murga de Por estos barrios, que más de uno se irá tarareando al regresar a una noche porteña que –con el corazón reconfortado por la música de Omar Giammarco– ya no parecerá tan inhóspita.

Ph: Moro Teufel