Akoé, Nuevas Músicas antiguas
Alpha Classics 2020
La palabra taracea define la labor artesana, de incrustar en la madera pequeñas piezas de otros materiales para dar forma a piezas artísticas. Con esa misma filosofía funciona el joven grupo de música antigua del mismo nombre.
En Akoé, Nuevas Músicas Antiguas, su primer disco, Taracea incrusta en la noble madera de la música barroca y renacentista, las filigranas y pequeñas piezas compuestas de sonidos jazzísticos y folk.
El catalizador de Taracea es Rainer Seiferth, guitarrista alemán que reside en España desde hace 15 años y conocido por su trabajo con las melodías sefardíes junto a la violonchelista Iris Azquinezer en el dúo Zaruk. No es la primera vez que Seiferth trabaja con la vinculación de los mencionados estilos musicales, ya lo hizo con un exquisito trío llamado Solano, donde el jazz acogía los sonidos del folk y la música antigua.
Además del guitarrista, que en este trabajo tañe la vihuela, el grupo está formado por la flautista Belén Nieto, colaboradora frecuente de la Amsterdam Baroque Orchestra y Hesperion XXI, y el contrabajista Miguel Rodrigáñez, jazzista muy solicitado en el circuito madrileño y colaborador, entre otros muchos, en los grupos de Ara Malikian o Fernando Egozcue.
Para Akoé (termino griego que nos habla de la poética de la escucha), El grupo se ha reforzado con el percusionista David Mayoral, la cantante y percusionista Isabel Martín (Milo ke Mandarini), y el francés Michel Godard, virtuoso del serpentón.
El resultado es una selección de canciones y danzas muy conocidas, de sencillas y bellas melodías, entre las que encontramos a autores renacentistas como John Dowland, Heinrich Isaac, Giulio Caccini o Juan Del Encina. También a la religiosa compositora medieval Hildegard von Bingen. Dos piezas anónimas completan el repertorio de Akoé, la madrileña Cuchilleros y la conocida Marizápalos (que ya apareciera en el disco de Solano).
El conjunto de estos compositores tan conocidos y piezas igual de populares llevan a Taracea, de la mano de los hábiles arreglos de Seiferth, a ofrecernos unas versiones muy personales debido a las formas musicales tan diversas que aportan los músicos.
Un enfoque moderno que no pierde un ápice de su esencia original y donde cada uno de los músicos deja su impronta para un producto realmente equilibrado y atractivo.
Me encanta este post, muchas gracias por publicar