Pregunta: Tu más reciente aventura musical -disco y espectáculo en vivo- Maletak nos vuelve a mostrar tu faceta más “colectiva”, digamos así. Tú al frente de un montón de colaboradores, cantantes, instrumentistas del folk estatal, desde Euskadi hasta Catalunya, pasando por Castilla y León, Aragón, Cantabria, Galicia, Asturias, Castilla la Mancha y Extremadura. ¿Es este un nuevo intento tuyo de romper fronteras, de acercarte a otras culturas musicales españolas? ¿De dónde surge esta idea, y cómo te lo has planteado?
Desde hace años andaba con la idea de hacer algo sobre el mundo que recibí de la “trikitixa” y de las panderetas vascasRespuesta: El proyecto tiene su sentido unido al trabajo anterior, Trikitixaren historia txiki bat (“Una pequeña historia de la trikitixa”). Desde hace años andaba con la idea de hacer algo sobre el mundo que recibí de la “trikitixa” y de las panderetas vascas… También, por supuesto, de las koplas y del baile unido a estos ritmos.
Para mí, ha sido muy interesante el trabajar de una forma relativamente nueva para mí, lo he grabado en mi casa y con todos los instrumentos que tenía cerca… mis “trikis”, mis panderetas, bombos… pero con la forma de tocar aquí (en Euskadi)… También está muy doblado, es decir, en vez de tocar una pandereta puedo tocar dos, tres o cuatro a la vez. Así he querido hacer este proyecto más grande, más grupal… En un principio, la “trikitixa” la tocaban habitualmente dos personas. En este trabajo he querido trabajar más las percusiones, los matices…
Para Maletak quise contar también con amigos a los que admiro para dar unos nuevos colores, aunque la esencia y la idea de producción artística es la misma que inicié en el disco anterior.
Asimismo, los ritmos son los que ya están establecidos en el ambiente de la “trikitixa”, pero en Maletak he añadido nuevos matices también en este apartado.
Como elemento a destacar, creo que es la composición, algo que me interesa casi desde que comencé a tocar… En Trikitixaren historia txiki bat utilicé también algunos temas tradicionales, pero los llevé a otras tonalidades y con nuevos aspectos rítmicos y de armonía.
Espero poder hacer una tercera parte de este proyecto, junto con las Sorginak. Con ello, creo que cerraré este pequeño círculo, en donde todas las músicas de la Península tienen mucho interés para mí. Busco el encuentro y la reunión con tantos buenos amigos y artistas interesantes.
Cuando yo comencé en el mundo de la música tendría 14, 15 años y me gustaba el sonido de las panderetasPr: Tu colaboración con Sorginak ya va siendo algo más que puntual y pasajera : conciertos destacados, como el del teatro Arriaga de Bilbao, recientemente, festivales como el Bidasoa Folk, grabaciones compartidas, etc. ¿Cómo conociste a este colectivo de voces y percusionistas femeninas? ¿Qué planes conjuntos tenéis para el futuro?
R: Se me ocurrió esta idea al tener durante muchos años tantas experiencias dentro del mundo de los panderos y panderetas en la Península… Desde luego, el haber hecho el disco Galiza me dio muchas ideas sobre esta pasión de las panderetas. En mi casa ha sido habitual escuchar a mi “aitite” y a mi “ama” tocar la pandereta, eso es algo que siempre me emociona mucho.
Cuando yo comencé en el mundo de la música tendría 14, 15 años y me gustaba el sonido de las panderetas… Pensé ahora en gente joven, para reproducir mis recuerdos de aquella época. Por eso fui comentando a estas chicas jóvenes de Sorginak la idea de participar en este proyecto…En este verano de 2017 hará cuatro años ya que estamos juntos y está siendo una experiencia que nunca olvidaremos… Hemos podido crear una forma de llevar mis composiciones a esta formación y hacer un espectáculo que considero bastante original en el mundo de la “world music”.
Pr: Sorginak, en su planteamiento musical y estético, parece estar inspirado en las agrupaciones gallegas tradicionales de canto y percusión. ¿Existía esa misma tradición en el País Vasco?
En cada cual está el poder luchar para conseguir sus metas, por encima de momentos concretos y modasR: Sí, incluso en muchas formas que he ido descubriendo, y que se hacen también con otros instrumentos… cuartetos de saxos, de mandolinas, o de distintas formulaciones… Esto te permite crear arreglos sonoros muy interesantes, y a mí me sirve de contraste… A lo mejor, dentro de poco, haré algo más íntimo. Y luego vuelvo quizás a sonidos más densos… me sirve de experimentación.
Pr: ¿Cómo ves, por último, la situación de la música profesional en Euskadi y en el Estado español? ¿Existe apoyo institucional, difusión y promoción de la música popular? y, ¿qué papel sigue jugando el folk y la música tradicional en un contexto global dominado por un lado por las músicas comerciales, y, por otro, por géneros musicales masivos, el rock, el post punk, el tecno, incluso la salsa, el jazz, las denominadas “músicas del mundo”, especialmente hoy día, las africanas del Continente y de la diáspora?
R: Quien elige este camino de la música profesional, tiene que saber que tiene sus complicaciones… y sus compensaciones. A mí nunca me ha gustado echar la culpa a otros músicos, ni a otras formas más o menos establecidas. En cada cual está el poder luchar para conseguir sus metas, por encima de momentos concretos y modas… Al final, el tiempo pone a cada uno en su sitio.
Me considero un músico muy humilde, con muchas limitaciones, pero sé dónde estoy, de dónde vengo y que sabe dónde ir. De todos los grandes músicos que conozco y amo, destaco un nombre por encima de todos, como ejemplo a seguir: el bandoneónista argentino Astor Piazzolla.