Noches del botánico, Madrid
Hart es una artista impactante, demoledora y con un directo imprescindible. Sabe conjugar a la perfección el blues más intenso con el rock, el soul y la llamada americana, y está a la altura de las mejores artistas de toda la historia. La cantante venía escoltada por su banda: el baterista Bill Ransom y el bajista Bob Marinelli, siempre en segundo plano aportando la solidez y contundencia necesarias, y el brillante guitarrista Jon Nichols.
Más que influencias, en Beth Hart habría que buscar referentes. Entre ellos localizamos a Janis Joplin, Tina Turner, Robert Plant, Ella Fitzgerald, Billie Holliday y, cómo no, a su adorada Amy Winehouse. Todo ello se plasmó en el escenario de Las Noches del Botánico como un torbellino, con la capacidad tanto de arrollar con su potencia como de conmover con baladas como Close to My Fire y blues joplinianos como Baby Shot Me Down.
Su disco más reciente, Fire On The Floor, alimentó el grueso del repertorio: la balada Coca Cola, el soul de Love Ganster, la desgarradora Good Day To Cry, la emocionante No Place Like Home -que interpretó en solitario al piano- y, ya casi al final, una potentísima versión de Fat Man. La angelina no olvidó otros de sus reconocidos temas, bien sentada con la guitarra acústica (excepcional dúo de guitarras en Get Your Shit Together junto a Jon Nichols), en un pequeño taburete frente a su entregado público para cantar la desgarradora balada Caught out in the rain -que hizo callar incluso a esos molestos charlatanes incombustibles de todo concierto al aire libre- o acercándose más todavía, sentada al borde del escenario para ofrecer su versión de Don’t Explain, el gran tema de Billie Holiday.
Grandes momentos de una artista de muy largo recorrido, sin rastro de sus malos momentos vitales, en uno de los mejores conciertos programados en esta edición de Noches del Botánico, que se ha convertido ya en una de las atracciones imprescindibles de la primera parte del verano madrileño por su programación, su impecable organización y su oferta de música al aire libre en un entorno natural. Esperamos con impaciencia su regreso en 2018.
Fotografías: Carlos Monje