Diariofolk

Para su séptimo disco, el trompetista norteamericano afincado en España Chris Kase ha querido explorar caminos diferentes. My Private Circus es el título de este nuevo trabajo, en el que Kase ha querido entregarnos un disco absolutamente personal. Para ello, además de la trompeta y el fliscornio, ha tocado bajos eléctricos, sintetizadores, piano Rhodes y toda suerte de instrumentos e ingenios electrónicos.
Todas las composiciones son también del trompetista y el resultado se aleja estilísticamente de anteriores trabajos, con fusión y jazz electrónico, sin apenas sonidos acústicos, y abarca tanto sonidos fríos como bases rítmicas pegadizas, a veces cercanas al hip hop, mucha electrónica y ambientes densos. El desarrollo de este proyecto ha sido un ejercicio de improvisación en el que el músico grababa las melodías casi según las iba creando, para más adelante introducir los arreglos y los demás instrumentos.
Aunque el resultado en ocasiones bordea peligrosamente los sonidos “chill out” – Should’ve, Industrial Pastry- y puede parecer carente de alma, las trompetas, en ocasiones más de una simultáneamente –The dark passenger-, bastan para otorgar a las composiciones ese espíritu que nos recuerda que estamos ante uno de los más reputados músicos de jazz de la escena española.