Diariofolk

Enriquito debutó discográficamente en 2012 con Me quito el sombrero, disco que supuso una bocanada de aire fresco en el mundo del jazz flamenco. Dos años después vuelve Enrique Rodríguez Paredes “Enriquito” con Alcudia, un disco que el trompetista de Puertollano ha podido grabar gracias al socorrido micro mecenazgo o crowdfunding.

Editado por Youkali Music, el nuevo trabajo contiene nueve piezas originales que vuelven a unir el jazz y el flamenco contemporáneos. Junto a sus inseparables Yago Salorio (bajo), Carlos Leal (guitarra eléctrica) y Rodrigo Díaz “El Niño” (batería), con los que grabó su anterior disco, la incorporación en Alcudía de Rubén García (piano) se convierte en un extraordinario acierto.

Con un estilo que nos recuerda más a Chet Baker que a Miles Davis, sobre todo en los momentos más líricos de sus interpretaciones, algunos de sus temas beben de la energía del mejor Chano Dominguez, una energía que aporta su rodada banda, que funciona muy bien conjuntada y donde destacan por su fuerza y protagonismo la guitarra de Carlos Leal y el piano de Rubén García (escuchen la caribeña La paella del sábado y verán).

El disco fue grabado en directo en el estudio, acertada y arriesgada fórmula que insufla a las grabaciones una complicidad y un sonido compacto y cálido que la música de Enriquito agradece como ninguna. Es un trabajo con desarrollos complejos, como la composición Alcudia que da título al disco, y donde en colaboración con el maestro Jorge Pardo, las músicas van desarrollándose por diferentes e intrincados caminos para llegar plácidamente a un punto final cargado de sensaciones placenteras.
Para este trabajo, Enriquito ha contado además con la colaboración de Josemi Carmona, Pablo Martín Caminero y Bandolero.

Momentos más sentidos y líricos como Fue su mejor actuación dan una idea de la profundidad de unas composiciones muy trabajadas, en las que nunca se pierden el swing ni la jondura flamenca. En estos espacios el trompetista se desenvuelve como pez en el agua; maestros ha tenido a su lado para ello.

Si en su primer disco, Me quito el sombrero, ya se evidenciaba que estábamos ante un músico con proyección de futuro, ahora estamos ante el que ya es por derecho propio el trompetista de referencia de los sonidos flamencos.