Diariofolk

Héctor Tellini, el bajista de Zoobazar, se presentó situado en el centro del escenario de la Sala Galileo Galilei con una camiseta de Los Ramones, luciendo el clásico logotipo de los neoyorkinos, en la presentación del segundo disco de la banda, Dos, recientemente publicado. Pablo Martín, el baterista, certero en sus golpes, presentaba un aspecto pseudohippy, con el pelo alborotado y barba desarreglada… no es casual esta estética, porque es evidente la querencia rockera, en algunos momentos casi metalera, del cuarteto. A pesar de su fabulosa fusión de ritmos del amplio arco mediterráneo, hindúes incluídos, las influencias roqueras, lejos de ser anecdóticas, son la base primordial sobre la que se asienta Zoobazar, uno de los grupos más excitantes del poco entusiasmante panorama de la world music. La cabeza agachada y la larga melena de Héctor Tellini cubriéndole la cara dan una idea de su espíritu y actitud casi punk.

El concierto fue trepidante, enérgico, con escaso margen para el sosiego. Y contagió a un público, que aunque no en el número que hubieran deseado los promotores, vibró desde el minuto primero y hasta el final, cuando en el segundo bis interpretaron su clásico “Fun Faria”, que hizo levantar de sus asientos al respetable y bailar, quién lo diría, a ritmo de pogo.
Zoobazar son cuatro músicos experimentados con un largo currículum a sus espaldas, tanto en proyectos propios como en colaboraciones de lo más diverso. Amir John Haddad, cuerdas, formó parte de Radio Tarifa; Diego Galaz, violín y ¡serrucho! de La Musgaña y Mastretta; el batería y percusionista, de la banda de Eliseo Parra, y el bajista, que proviene, descaradamente, del mundo del rock. Así que por sus venas corre, impura, sangre musical a raudales, que plasman en un directo inmaculado. Desde los Balcanes hasta el Norte de Africa, con influencias del jazz y el flamenco, recorren el Mare Nostrum con toda naturalidad.
Contaron con la colaboración de Jorge Arribas, acordeonista y compañero de Diego en Fetén Fetén, la aragonesa Carmen París, que participa también en el disco, Kaveh Savarian, que interpretó el ney, y sobre Carlos Raya, productor del álbum y casi un miembro más, pieza básica e indispensable en el sonido de la banda. Están inmersos en una larga gira que les ha llevado a Costa Rica, entre otros lugares. Sin duda músicas del mundo, desde la Península con la mirada puesta en el CBGB. ¡Larga vida al rock… mediterráneo!
Músicos:
Amir John Haddad, laúd y guitarra
Héctor Tellini, bajo
Pablo Martín, batería y percusión
Diego Galaz, violín, serrucho