Diariofolk

La primera y principal era si el festival se iba a poder celebrar, ya sabemos lo delicado e imprevisible de la pandemia, sus restricciones y condiciones de prevención de los contagios.

Por ese motivo, también era una incógnita la respuesta que daría el público, tanto de la propia ciudad castellana como el que año tras año se desplaza desde Madrid y desde otras muchas partes del país.

La tercera incógnita, no menos importante, era el cambio de dirección, que desde este año recaía en las manos de Cristina Ortiz después del paso por el cargo de Luis Martín, Javier Castro y Jaime Lafuente.

Tres incógnitas que no se han podido resolver de forma más satisfactoria y esperanzadora para este festival y para los que lo amamos desde hace muchos, muchos años.

La organización de la nueva directora y el equipo del que se ha rodeado han sido impecables. Desde una elección de artistas participantes de primera fila (Eliseo Parra, Manuel Luna, Xosé Lois Romero, Lume de Biqueira, Abrojo) junto a jóvenes grupos que van tomando el relevo (Las Colmenas, Ruin Rapaz), a una serie de actividades como talleres, exposiciones o pasacalles que han devuelto la fiesta y la cultura a las calles de Segovia.

Fue un enorme acierto llevar otra vez los conciertos a San Juan de Los Caballeros, al aire libre y con distancia de seguridad, donde pudo entrar mucha gente que prácticamente llenó el aforo controlado. Hubo que suspender los tradicionales conciertos de la plaza de San Martín, donde no era posible controlar la asistencia. Pero aún así, se pudo disfrutar mucho de actuaciones y del resto de las actividades.

Volvió el público a los conciertos, que en los últimos años había flojeado un poco, y volvieron como siempre los amigos del festival: programadores de otros festivales, músicos que no vienen a actuar pero traen sus últimas novedades para presentarlas en sociedad, periodistas de diversos medios, aficionados que no faltan nunca a este evento. Esta circunstancia solo se da en Folk Segovia por su ambiente y localización, y por las sinergias creadas por sus anteriores responsables, que se establecen entre todas las personas del “mundillo del folk” que aquí se dan cita. Y en este 2021, la armonía se dio con más fuerza, después de lo que todos hemos sufrido en los últimos meses. Es tan importante ofrecer la mejor música folk como conservar esas características únicas que distinguen a Folk Segovia de otros festivales del Estado.

Larga vida a Folk Segovia, que pasito a paso se va acercando a su 40 aniversario, que está a la vuelta de la esquina.