Nuestro héroe Les Blank

17/04/2013 - Alexandre Serrano
Vota
Comentarios: 0 Imprimir
Sólo el desdén endémico por el cine de no ficción y, en concreto, por el documental musical puede explicar que la muerte el pasado 7 de abril de uno de sus grandes artífices, Les Blank, no haya suscitado entre nosotros los obituarios elegíacos que sí ha merecido de los periódicos estadounidenses.
Les_Blank, Petr Novák, Wikipedia

Con fundados motivos: Blank ha sido uno de los más agudos exploradores de sus culturas populares, especialmente de aquellas crecidas en los márgenes y que, por ese mismo motivo, él interpretaba como las que mejor definían la identidad fronteriza y compuesta de los norteamericanos. Por sus películas, de una lírica jovialidad, desfilan viejos bluesmen y acordeonistas de los bayous, violinistas de los Apalaches y artistas de Rodeo, cocineros cajunes y bailadores polacos de polkas. También otros apasionados rastreadores de la diferencia y enemigos de toda hegemonía, como sus compinches Ry Cooder o Werner Herzog.
Podría sin embargo existir la tentación de pensar que el valor de Blank va ligado a haber sabido captar y recoger expresiones culturales un poco laterales y que la odiosa homogeneización del mundo ha ido arrinconando. No hay ningún problema en aceptar que parte de su mérito fue el olfato con el que supo ir en pos de las personas adecuadas para transmitir, por ejemplo, toda la emoción de la música Zydeco o del Mardi Gras de Nueva Orleans, así como la abierta intención didáctica que nunca escondió su obra. A fin de cuentas, él se sentía sencillamente un cineasta que trabajaba con “gente real”. Y ya sólo por eso, muchos de los que nos interesamos por la etnografía le estaríamos siempre agradecidos.
Pero hay que recalcar que el cine de Les Blank deslumbra por muchas otras virtudes. Sin ir más lejos, admira que sea capaz de plasmar cuestiones antropológicas tan complejas sin necesidad de verbalizarlas ni una sola vez. Y aunque sea -cuesta todavía hablar de él en pasado-un preciso y vigoroso creador de imágenes, dotado de una notable habilidad técnica, sus grabaciones nunca resultan artificiosas o encorsetadas y fluyen con una espontaneidad mágica, verdaderamente difícil de alcanzar.
Su obstinada independencia y la escasa exhibición de sus materiales han reducido la difusión en nuestro terruño de una obra impregnada de un sentimiento combativo pero también gozoso, consciente de las amenazas de disgregación que acechan a las culturas que registra, pero que no condesciende a la queja y elige la celebración. Si su muerte sirve de algo, que sirva para poner sus películas más al alcance de todos. Sería de justicia para quien dedicó todos sus esfuerzos a devolver al pueblo lo que era del pueblo: “A well spent life”, como se titula uno de sus preciosos filmes.
Estos son sólo seis de temática fundamentalmente musical que debe hacerse todo lo posible para ver:
The Blues Accordin’ to Lightning Hopkins (1968)
Si nunca te has sentado en compañía de uno de los mitos del blues, le has escuchado contarte sus peripecias y le has oído cantar es porque no has visto este mediometraje. Auténtico pedazo de vida, no puede imaginarse nada más cercano a andar en alpargatas por la casa del colosal songster tejano y curiosear cálidamente su intimidad, ganada por Les Blank a fuerza de dejarse desplumar por él a las cartas.

Hot Pepper + Dry wood (1973)
En puridad dos películas diferentes, se pueden considerar juntas dado que fueron rodadas de un mismo aliento y entre azarosas vicisitudes que por poco no acaban con su autor en la cárcel. Valió la pena, porque si en el cine de Blank siempre se percibe el diálogo entre la singularidad individual y el marco cultural que la ahorma, la personalidad arrolladora de Clifton Chenier, Canray Fontenot o Bois Sec Ardoin confrontada con el particularismo de las comunidades creoles de Luisiana le ofrece una ocasión única para la construcción de este discurso de canto y respuesta.
Enlace a Dry wood: http://www.folkstreams.net/film,43
Chulas Fronteras (1976)
Acaso su pieza más reconocida, explora cómo incluso-o quizá con más urgencia aún-en zonas volátiles y porosas como las chulas fronteras del título, las que separan México de Estados Unidos, pueden enraizar manifestaciones culturales tan profundas como las que hay detrás de las músicas norteñas. Canto a la identidad chicana, impresiona la naturalidad nada afectada de la gente que retrata. Se suele exhibir en compañía de su notable coda, que lleva por título “Del mero corazón”.

Sprout Wings and Fly + My Old Fiddle: a visit with Tommy Jarrell in the Blue Ridge (1983-1994)
En contraste con la excentricidad acusada y un poco salvaje de algunos de sus otros protagonistas, Tommy Jarrell cautiva por su bonhomía hillbilly y por la luminosa simplicidad con la que explica el sentido de su música. Cuando toca es otra cosa. Cósmica. Un agujero de gusano que te traga y te lleva a algún lugar de los Apalaches en algún momento impreciso entre 1850 y 1930. Nuevamente un díptico, en este caso con once años de distancia, condensa todo el inspirador hedonismo que transmite la filmografía de nuestro héroe Les Blank.

Ziveli: medicine for the heart (1987)
Enésima muestra de su fascinación por las identidades mestizas, Ziveli nos acerca a los serbios de Estados Unidos, prestando atención a detalles reveladores, a pequeñas inflexiones, gestos cotidianos cargados de dignidad y profundidad. Desde la perspectiva visual, una de sus piezas más bellas. Y si, como suele, Blank traspasa los límites del documental musical, la música de la tamburitza balcánica es su eje vertebrador.

J’ai été au bal (1989)
La fragilidad pero también la fuerza de la transmisión de los legados orales es un tema a menudo tratado en el cine de Blank, pero quizás nunca de una manera tan intensa y conseguida como en este testimonio de la vida de los cajones y los criollos, en una época en la que sus géneros musicales estaba bastante marginado. De protagonistas, buena parte de las leyendas musicales dela Acadia todavía vivas en el momento de la filmación, haciendo fechorías con violines, triángulos y acordeones. Para reproducirla cada domingo, como quien va a misa.

Etiquetas:
 

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.