Recientemente han aparecido dos libros -de hecho, un libro y un álbum de cómics- que rinden pleitesía a dos de los fenómenos musicales más importantes que ha vivido la isla de Mallorca en los últimos años, sobre todo en los ochenta y noventa. Me refiero al cantautor Tomeu Penya y al grupo Ossifar, dos auténticos “monstruos” que dominaron las listas de éxitos del lugar, ocupando sucesivamente el número uno, por encima de cualquier otro, llámese Michael Jackson, Isabel Pantoja, Madonna o Los Tres Tenores. En los dos casos se trata de artistas con una fuerte raigambre local, ya que apenas han llegado a ser conocidos fuera de la isla. Bueno, Tomeu sí que ha cosechado un éxito multitudinario en Catalunya y también en el País Valenciano y en el resto de las Baleares, pero Ossifar en absoluto, Y todo porque sus canciones, sus músicas, sus letras, su personalidad, su talante y su humor han estado desde siempre ligados a la “roqueta” que los vio nacer. Tanto que poco podrían hacer en otros lugares.
Empecemos por Tomeu, toto un “pagès” (“campesino”) de Vilafranca de Bonany que empezó amenizando galas para turistas en los sesenta y acabó convirtiéndose en el cantautor “verbenero” más genuino de su tierra. Sandra Martínez ha repasado su biografía: casi cincuenta años de carrera musical, de los cuales, 35 en solitario, y un total de 28 discos a su nombre. Se dice pronto, y más con un mercado tan limitado. Pero él siempre ha tirado p’alante, con su amor por la tierra, su socarronería, sus bromas -muchas de ellas, “calentonas”- y su inteligente mezcla de estilos en el que sorprendentemente ha predominado el country, junto a las baladas y algunos detalles de rock, reggae y un poco de todo. Pero ese todo, bañado con un aroma de fiesta tradicional mallorquina, como un “ball de bot” puesto al día.
La autora destaca por encima de otras cosas la sinceridad que desprenden las letras sus canciones, que muy a menudo son autobiográficas, y así conectan con más facilidad con sus paisanos, porque relatan vivencias que les son muy próximas. Claro que no pocos de esos temas esas son adaptaciones del inglés, como su principal éxito, Illes dins d’un riu (Islas en un río), original de los Bee Gees. El libro resalta también el apoyo que Tomeu ha prestado a tres mujeres que en diferentes épocas comenzaron sus respectivas carreras haciendo coros con él: Marisa Rojas, Concha Buika y Chenoa. En el lado negativo (del libro, no de Penya), hay que lamentar la falta de un apéndice con todos los detalles de la discografía completa, incluyendo las numerosas colaboraciones que ha realizado a lo largo de tantos años.
En cuanto a Ossifar, hay que explicar que se trata de una grupo ya disuelto que sobre todo vivió sus años de esplendor en la década de los noventa, cuando se inventaron todo un género musical unipersonal que consistía en robar ritmos de todo tipo de estilos (pasodobles, boleros, rock, hip hop, country, lo que fuera) y vestirlos con unas letras delirantes, surrealistas, pasadísimas de vueltas que simulaban que las cantaba en castellano un campesino mallorquín con el acento muy cerrado, lo cual proporcionaba divertidísimos juegos de palabras, ya que de hecho parecía que se hubieran inventado un nuevo idioma, y todo teñido con un profundo sentido del humor muy escatológico.
Tal fue el éxito de Ossifar -el nombre estaba inspirado en una empresa de limpieza de pozos negros- que el Diario de Mallorca encargó unas tiras de cómic para su dominical al dibujante Pau, que contó con la ayuda, en calidad de guionistas, de tres miembros del grupo: los cantantes Llàtzer Méndez y Lluís Arboledas y el ya desaparecido guitarrista Biel Mesquida, quienes le ayudaron en la confección de una serie de historietas sobre las letras de sus dos primeros discos. Pero la iniciativa dio para más de sí, y tras el breve paso intermedio de La aventuras de Ossifar, Pau se las ingenió para seguir dibujando durante mucho tiempo El oriquen de todas las cosas (sic.), en el que las caricaturas de los tres componentes de la banda nos explican todo tipo de misterios de la naturaleza, con especial dedicación a la escatología y las tradiciones mallorquinas. Pasados unos años, finalmente, la editorial Escápula Cómic ha recopilado todas estas historietas en un voluminoso álbum.
Si os acercáis por Mallorca, preguntad per Tomeu Penya y Ossifar. Si vuestros interlocutores los desconocen no son mallorquines. Y si lo son, no merecen tal gentilicio.
