A estas alturas, el nombre de Fernando Arbex puede resultar desconocido para una buena cantidad de lectores, más que nada porque en este país no se hace gran cosa por proteger el legado de los grandes músicos, compositores y productores que a partir de los años sesenta contribuyeron a crear un patrimonio cuya trascendencia pide -por no decir que exige- una mayor presencia en la actualidad. Sin ir más lejos, su ejemplo es incuestionable: debutó como batería como miembro de Los Estudiantes, el primer grupo de rocanrol que funcionó en el Estado español; luego fundó Los Brincos junto a Juan Pardo, Junior y Manolo González -que no es la misma persona que firma este volumen-, la formación que marcó los inicios de un pop-rock con acento español; más adelante, creó una banda que arrasó a nivel internacional, Barrabás; mientras tanto tuvo tiempo de componer y producir canciones que fueron grandísimos éxitos en las voces de Miguel Ríos -El río-, Micky -El chico de la armónica-, Middle of the Road -Soley, Soley-, Peret, Rita Pavone, Camilo Sesto, Miguel Bosé, Sergio y Estíbaliz, Mike Kennedy, Nino Bravo, Massiel, Rocío Dúrcal, Marisol e incluso El Aviador Dro, y finalmente acabó decantándose hacia un rock sinfónico que no le deparó grandes éxitos, con escarceos en el teatro musical, como La maja de Goya, y las grandes superproducciones con orquesta, como El concierto de las tres culturas.
El veterano periodista Manolo González nos cuenta todos esos episodios con un marcado espíritu de aficionado devoto de la obra de Arbex, pero esa devoción no es suficiente para deducir que nos encontremos ante un estudio completo y complejo sobre la obra del músico madrileño, ya que Un mundo diferente es un ensayo del todo aséptico y acrítico, que no nos permite conocer la ideología de su protagonista, más allá de sus orígenes familiares, supuestamente vinculados al régimen franquista, y de su fe católica, que se manifestó claramente en algunas de sus últimas composiciones. Asimismo, tampoco entra en la personalidad, ni en el temperamento ni la vida privada del músico, un hecho que, como en todos los casos, es decisivo para averiguar muchos pormenores de su evolución artística. Además, no acaba de ahondar en un hecho que también fue determinante en su historia: su detención, juicio -por el juez Garzón- y encarcelamiento en 1991 por un asunto de drogas; una condena de la que posteriormente fue indultado por el gobierno de José María Aznar. Y, ya puestos, como si quisiera resguardar la privacidad de Arbex hasta el final, ni siquiera nos dice de qué murió. Eso sí, cada capítulo acaba con unos cuantos elogiosos y endulzados testimonios de compañeros y amigos que no contribuyen precisamente a aclarar nada.
Así pues, nos encontramos ante un libro necesario para acercarnos a uno de los personajes claves del pop español y su entorno, pero en el que hay unas cuantas lagunas que dificultan que esa aproximación sea tan definitiva y sincera como desearíamos.
Manolo González
Fernando Arbex. Un mundo diferente
Editorial Milenio, 2019
Al hablarse de Los Brincos, no se puede decir que “mas adelante creo Barrabas”…pues, realmente, la continuacion fue ALACRAN…