Gerardo Villar y los Aguirre
Club del Disco 2017
“Si bien pudo grabarse en poco más de un año, este disco es el resultado de toda una vida de guitarrista”, dice en la portada de esta placa Gustavo “Popi” Spatocco, quien trabajó veintidós años con Mercedes Sosa y fue el arreglista y director musical de los últimos discos y conciertos de la voz máxima del folclore argentino. Lo dice con conocimiento de causa: Spatocco conoce desde los 15 años a Gerardo Villar, el guitarrista, compositor y arreglador argentino que presenta su primer disco al frente de Los Aguirre. Y toda esa vida de guitarrista a la que hace referencia arranca allá por el año 1988, cuando Villar comenzó a actuar y grabar con numerosas figuras de la música popular de su país, entre las que podemos mencionar a artistas como Fernando Suárez Paz, Fito Páez, Los Amados, Beatriz Suárez Paz, Victoria Morán, Lalo de los Santos, Mariana Novoa y Horacio Avilano, entre muchos otros. Villar estudió además Composición, Orquestación e Improvisación en Jazz en el Conservatorio Julián Aguirre de Banfield, Provincia de Buenos Aires, de donde egresó y es actualmente Profesor de guitarra y Maestro de Música. Allí reclutó, entre sus propios ex alumnos, a los integrantes del colectivo Los Aguirre que lo secundan en este trabajo discográfico: Alejandro Caro, Martín Bracone y Pablo Juárez Levar a las guitarras y Pablo Brie al contrabajo, a quienes se sumaron, para la grabación de este disco debut, varios artistas invitados, entre los que se destacan Edith Rossetti, Beto Solas, Emiliano Castignola, Daniela Abás y Sergio Mazzitelli, además del mencionadoSpatocco.
Entre composiciones propias y reversiones de varios clásicos del folclore y el tango, Gerardo Villar y los Aguirre entregan un disco con sabor criollo, que se desplaza entre el campo y la ciudad transitando por la obra de autores como Discépolo, Piazzolla, el uruguayo Pitarrosa o de legendarias duplas como Troilo/Manzi o Gardel/Le Pera, a cuyas páginas otorgan una nueva expresividad. La placa también incluye un homenaje a la gran Nelly Omar, la legendaria cantante de tango a quien Villar acompañó con su guitarra en sus últimos años. Y para cerrar la placa se toman el atrevimiento de interpretar una colorida versión de la Marcha de San Lorenzo.
No es fácil decir algo nuevo a partir de monumentos como Uno, La cumparsita o Romance de barrio, pero Gerardo Villar y Los Aguirre lo consiguen, a la vez que presentan música nueva con una determinación tal que hace que nos suene familiar desde la primera escucha.
