Hace exactamente 50 años, en 1962, miembros del entonces recién fundado colectivo catalán Els Setze Jutges (Los Dieciséis Jueces) grabaron y publicaron sus primeros discos en lengua catalana. Este hecho puede considerarse el nacimiento del movimiento conocido como la Nova Cançó, un fenómeno local que trascendía lo estrictamente musical y que abrió las puertas a un camino cuyo reflejo en el resto de la península empezaría a sentirse a lo largo de los años 60 con la actividad de colectivos como Canción del Pueblo en Madrid, Nova Canción Galega en Galicia, la Euskal Kanta Berria en Euzkadi, Manifiesto Canción del Sur en Andalucía, Equip València Folk o nombres con una notable aceptación masiva como Patxi Andión, Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute o Mari Trini (no menciono a José Antonio Labordeta en respeto a su memoria, por si acaso no se sintiera a gusto compartiendo párrafo con alguno de estos cantautores).
Esta mini guía hace un rápido recorrido por las primeras grabaciones de algunos de los pioneros de éste movimiento que irrumpió hace medio siglo (¡como pasa el tiempo!), en plena dictadura de Franco. En la década de los años 60 y hasta la Transición a finales de los 70, fueron decenas los cantantes que surgieron cantando en catalán como acto de resistencia cultural, y a menudo política, contra el sometimiento de la doctrina del nacional-catolicismo impuesta por la dictadura franquista desde el final de la Guerra Civil.
Un hecho fundamental en la historia de la música de autor en Catalunya fue la creación en 1961 del sello independiente Edigsa que en sus orígenes se dedicaría exclusivamente a la edición de discos de autores catalanes en catalán. Se rompía así con una sequía de 20 años obligada por la censura política franquista (exceptuando a las Hermanas Serrano y a José Guardiola que habían publicado algún disco de éxitos internacionales de canción ligera traducidos al catalán) y surgía un movimiento que, de salida, contaba con el apoyo de una reprimida intelectualidad catalana de carácter burgués progresivo que tenía la necesidad de contar con vehículos de expresión popular en lengua catalana, inexistentes hasta este momento. Se las tendrían que ver con Fraga Iribarne, en aquel periodo Ministro de Información y Turismo, responsable de los asuntos de Cultura, poco sensible al hecho periférico catalán y cuya herramienta fundamental era un equipo de censores que realizaban su trabajo con un celo ejemplar por el que debía pasar, antes de su difusión pública, cualquier producto cultural. En esos años fueron varios los activistas políticos que fueron ejecutados con el método del garrote vil por el Gobierno dictatorial de Francisco Franco, o sea que poca broma.
Tres amigos, voluntariosos cantautores no profesionales (Jaume Armengol, Lluís Serrahima y Miquel Porter), crearon Els Setze Jutges (Los Dieciséis Jueces), un colectivo que con el paso del tiempo llegó casualmente al número de dieciséis integrantes, entre ellos Francesc Pi de la Serra, Enric Barbat, Guillermina Motta y Joan Manuel Serrat, para completarse finalmente en 1967 con la incorporación de Maria del Mar Bonet, Rafael Subirachs y Lluis Llach. Raimon también estuvo estrechamente vinculado a Els Setze Jutges en sus comienzos. La enorme influencia estilística del fenómeno de la canción francesa, cuyos artistas más representativos eran Georges Brassens, Gilbert Becaud, Yves Montandt, Léo Ferré o el belga Jacques Brel, fue absolutamente determinante en los primeros años del colectivo.
Además de los integrantes de Els Setze Jutges otros autores también participaron en el movimiento de la Nova Cancó, como el multidisciplinar Ovidi Montllor o el iconoclasta y trasgresor Pau Riba. Este último había sido rechazado por el núcleo duro del colectivo de Els Setze Jutges por su poca afinidad estilística e ideológica, fundando como respuesta el alternativo Grup de Folk que duró poco más de un año, hasta verano del 68, pero cuya influencia en la música popular catalana fue notable.
El germen de la Nova Cançó tuvo su primer impulso que ayudó a su difusión más allá del círculo intelectual y universitario cuando en 1963 con la canción “S’en va anar” (“Se fue”) Raimon consiguió, con Salomé, el primer premio del V Festival de la Canción Mediterránea de canción ligera, semejante al festival de San Remo, que contaba con la cobertura de los medios, incluido el único canal de televisión existente. Este hecho fue un golpe de efecto que estimuló el interés popular por la música hecha en catalán con el consiguiente surgimiento de un nuevo nicho en el mercado musical muy incómodo para el Régimen franquista: la música de cantautor. El fenómeno consolidaría su repercusión en el resto de España con la irrupción en 1965 de Joan Manuel Serrat, el cual obtendría el reconocimiento definitivo en 1968 con su designación para representar a España en el Festival de Eurovisión, aunque finalmente fuera vetada su participación por la insólita exigencia del cantante, en el último momento, de hacerlo en lengua catalana, siendo fulminantemente sustituido por Massiel, que por cierto ganó el primer premio.
Los discos de esta selección son EP (Extended Play), es decir, discos de dos canciones en cada cara a 45 rpm, actualmente es fácil encontrarlos incluidos en sendos CDs. En aquellos años de principios de los 60 el consumo de LPs se limitaba casi exclusivamente a los discos de música clásica y a los importados de jazz. Esta lista de diez nombres de los años 60 que sigue a continuación es subjetiva y forzosamente muy incompleta, habría que incluir a Josep Mª Espinàs, Teresa Rebull, Ramón Muntaner, Xesco Boix, Joan Isaac, Remei Margarit, Delfí Abella, Guillem D’Efak, Nuria Feliu, Jaume Arnella, Pere Tàpias, Xavier Elies, etc.
Los 10 discos
La idea es mostrar, ordenados cronológicamente, un disco de los inicios de cada uno de los diez artistas elegidos a mi criterio, vinculados al fenómeno popular de la Nova Cançó y publicados en los años 60.
Raimon
EP con los temas “Al vent”, La Pedra”, “Som” y “A cops”
Más información sobre “Al vent” en el blog El Mundano.
En Spotify puede escucharse una versión de “Al Vent” grabada en el concierto de 1976 en el Pabellón de Deportes de Madrid en el que se vive la extraordinaria empatía con el público asistente.
Más información contextualizando el recital de Madrid en 1976, en el blog Autaria.
Francesc Pi de la Serra
EP con los temas “Jo soc en Pi de la Serra”, “Els fariseus”, “L’Home del carrer” y “Sol”
Publicado por Edigsa en 1964
En 1964 graba “L’home del carrer” (“El hombre de la calle”), con la colaboración del prestigioso guitarrista de jazz René Thomas, quizás su tema más conocido junto a “Si els fills de puta volessin no veuriem mai el sol” (“Si los hijos de puta volasen no veríamos nunca el sol”). Joan Manuel Serrat y Sisa han grabado su versión de “L’home del carrer”.
Francesc Pi de la Serra, bohemio, buen guitarrista y suficiente compositor pero no tan buen cantante, se integra en Els Setze Jutges en 1962 y es el primer miembro del colectivo que se profesionaliza. Inclinado desde sus comienzos por el blues y el jazz, géneros con los que siempre se ha sentido cómodo, fundó el grupo Els 4 Gats que cultivaba el blues en catalán. Sus letras tienen un contenido muy ácido contra la situación política y la actitud conformista de una sociedad gris, utilizando un lenguaje directo, sumamente irónico y socialmente comprometido, circunstancia que en aquellos años le acarreaba la sistemática prohibición por parte de las autoridades de turno.
Pi de La Serra fue muy crítico con Serrat cuando éste empezó a cantar en castellano, incluso grabó una canción, “Soc el millor” (“Soy el mejor”) en la que le satirizaba directamente. Esto provocó, durante una época, una tensa enemistad entre ambos.
En el siguiente vídeo, homenaje realizado por un aficionado, se puede escuchar la primera versión de “L’home del carrer” con René Thomas, porque luego Quico (cómo se le llama familiarmente) la ha vuelto a grabar con un arreglo más sofisticado y pretencioso perdiendo este nostálgico encanto jazzy.
http://youtu.be/8ZqC1LSMtjw
Enric Barbat
EP con los temas: “El gamberret”, “Ara que estic sol”, “El cementiri del Sud-Oest”, “El caminet de la plaça del poble”
Publicado por Edigsa en 1964
Enric Barbat falleció en diciembre del año pasado. Su actividad se concentró durante unos quince años, hasta que a mediados los 70 fijó su residencia en Menorca y a partir de este momento fue apartándose del mundanal ruido. Artista inquieto, contó en sus poco convencionales recitales con la colaboración de artistas de danza (Cesc Gelabert), escenógrafos (Fabiá Puigserver), otros cantantes (Guillermina Mota), directores de teatro (Mario Gas), literatos (Vazquez Montalbán)… con incursiones en el Tango que traducía al catalán, etc. Su talento como autor de canciones, de las que compuso más de cien, no se corresponde con la popularidad que obtuvieron sus discos.
Éste es su primer disco en el que es notoria la influencia del francés Georges Brassens. Su poesía de lenguaje sencillo e ironía cariñosa, cantada con guitarra acústica, narra hechos de la vida cotidiana de la sociedad aburguesada de aquellos momentos con actitud crítica, buen sentido del humor e inteligente acidez.
Se puede escuchar en la web de Enric Barbat.
Guillermina Motta
EP con los temas: “No se el perquè de les guerres”, “Ja fa temps”, “En el camí” y “La flor de la tendressa”
Publicado por Concentric en 1966
Guillermina Motta quizás fue la más despreocupada del grupo de pioneros de la Nova Cançó, fue con Serrat y Barbat de los que no tuvo problema en cantar en castellano cuando lo creyó oportuno. Su máxima popularidad la consiguió cantando cuplés, y su carisma pícaro y falsamente ingenuo le daba al movimiento un necesitado aire fresco, todo lo contrario de la densidad sesuda y falto del más mínimo sentido de humor de Raimon. Luego actuó en alguna película, protagonizó algún espectáculo musical (uno de ellos escrito para ella por Manuel Vázquez Montalbán), presentó programas de radio, participó cómo tertuliana en la TV… siempre mostrando su faceta de chica liberada.
En este disco de 1966, su tercero, confiesa en la canción “No sé el perqué de les guerres” que no entiende de políticas ni de izquierdas ni de economía, pero no le gustan las guerras haciendo mención a Vietnam. Nada puede ser más ingenuo, así era la joven Guillermota Mina, como la llamaban cariñosamente. Su desinhibición y simpatía era su máximo atractivo, porque como cantante no era ningún portento.
Se puede escuchar en el blog Cançons en català i més
Joan Manuel Serrat
EP con los temas: “Ara que tinc vint anys”, “Quan arriba el fred”, “El drapaire” y “Sota un cirerer florit”
Publicado por Edigsa en 1966
Sin duda Serrat ha sido el cantautor con más aceptación popular del movimiento de la Nova Cançó; su éxito ha traspasado fronteras, de manera especial en América Latina. Su segundo EP fue un exitazo, publicado en 1966 cuando tenía apenas 23 años, con la canción “Ara que tinc vint anys”, pero al año siguiente lo superó con “Cançó de matinada” (“Canción de madrugada”) con una aceptación masiva extraordinaria no sólo entre la juventud catalana, fue un éxito de ventas en todo el territorio español sin precedentes para una canción cantada en catalán. Serrat enseguida destacó entre el resto de integrantes de la Nova Cançó, y a partir de este momento la colección de buenas canciones que iría publicando disfrutarían de una excelente acogida por el gran público.
A pesar del problema suscitado por su negativa de cantar en castellano en el Festival de Eurovisión de 1968, con el consiguiente veto en las emisoras de ámbito nacional, su éxito iba en aumento, y más con el LP publicado el año siguiente en el que musicalizaba poemas de Antonio Machado. Curiosamente, antes del asunto de Eurovisión, Serrat ya había grabado alguna canción en castellano, lo que le comportó las críticas de los catalanistas más integristas que le empezaban a considerar un traidor a la causa.
La impresionante carrera de este cantautor es suficientemente conocida, no creo que sea necesario extenderse más en este cantante de proyección internacional que se forjó en el pequeño ámbito doméstico de la música catalana.
Pueden escucharse en Goear las canciones “Ara que tinc vint anys”, “El drapaire” (El trapero), “La tieta” y “Sota un cirerer florit” (Bajo un cerezo florido).
Maria del Mar Bonet
EP con los temas: “Que volen aquesta gent?”, “El majoral”, “Cançó del bon amor” y “Me n‘aniré de casa”
Publicado por Concentric en 1967
Nacida en Mallorca, llegó a Barcelona en 1967 y se incorporó enseguida al colectivo de Els Setze Jutges. Con una voz privilegiada y con una canción valiente incluida en su segundo disco en la que se narra, con gran carga emocional, la detención de un joven estudiante y su muerte basada en un hecho verídico, Maria del Mar Bonet fue acogida con entusiasmo por aquella generación de estudiantes que se organizaba clandestinamente para cambiar las cosas y que manifestaba su descontento de forma activa. Fue la única artista que participó simultáneamente en Els Setze Jutges y en el Grup de Folk. Su posterior carrera como cantante exigente y comprometida con las culturas y la diversidad del folklore del Mediterráneo, la ha hecho merecedora de un prestigio que sobrepasa ampliamente nuestras fronteras.
No puedo evitar explicar una anécdota: en verano de 1975, cuando ya era una cantautora reconocida en todo el país, se celebró el primer Festival de Canet Rock con la participación, entre otros, de Pau Riba, Orquesta Mirasol, Gualberto, Lole y Manuel, Iceberg, Orquesta Platería, la Eléctrica Dharma, etc. (a Jaume Sisa las autoridades gubernativas le prohibieron actuar por haberse declarado de tendencia anarquista… ¡quién te ha visto y quién te ve!). La cuestión es que Maria del Mar cantó con el acompañamiento de la Orquesta Mirasol, que hacía una especie de fusión jazz-folk, y en un momento dado la banda empezó a improvisar y Xavier Batllés, su líder, animaba a la buena de Maria del Mar a improvisar con ellos. Todos esperábamos ver a la Bonet improvisando, pero chico, ella hizo un pequeño intento y aquello no funcionaba y se quedo cortada hasta que la banda volvió al tema. Su sobriedad, que contrastaba con el desmadre generalizado de aquel evento, no le permitió dejarse llevar. Pero lo destacable es que María del Mar fue la única de la Nova Cançó (Pau Riba hacía tiempo que se había desmarcado del movimiento) que participó en aquella manifestación musical multitudinaria que podía calificarse de contracultural.
Puede escucharse en Goear “Que volen aquesta gent”, donde la cantante aparece acompañada al piano por Manel Camp.
Rafael Subirachs
EP con los temas “No ho heu vist”, “Dona”, Gebre al matí” y “Les ding, dang, dong”.
Publicado por Concentric en 1967
Subirachs poseía una formación musical muy sólida, se incorporó a Els Setze Jutges en 1967 junto a Maria del Mar Bonet y Lluis Llach, a los que les llamaban “els novissims” (los nuevísimos), aunque con menos repercusión popular fuera del territorio catalán que sus dos compañeros de generación musical. Éste fue su primer disco.
A lo largo de los años Subirachs se ha revelado como un artista verdaderamente multifacético, que comparte su actividad musical como concertista de piano, cantante de música popular de raíz tradicional, compositor de música sinfónica contemporánea, acercando en ocasiones los dos géneros, o interpretando música antigua, dedicado igualmente a la investigación de música tradicional catalana y musicando obra de prestigiosos poetas catalanes como Salvat-Papasseit, Josep Carner, Gabriel Ferrater, Carles Riba, Miquel Martí Pol, Ausias March o Jacint Verdaguer. Muy vinculado también al mundo de la dramaturgia montando obras, interpretando como actor, fundando grupos teatrales o combinando diversas disciplinas artísticas, componiendo música para otras compañías como Els Joglars, su obra es de un eclecticismo notable, pero rigurosa y con un alto nivel de calidad.
Pau Riba
EP con los temas “Taxista”, “El matí de Sant Esteve” y “Aquest carrer m’es prohibit”
Publicado por Concentric en 1967
Este fue el primer disco de Pau Riba, tenía 19 años y realmente la estética de la portada ya apuntaba el frikismo que le acompañará hasta la actualidad. La canción “Taxista”, que dura 4 minutos y ocupa toda la cara A, se refiere a un tema premonitorio: se trata de un joven que le pide al taxista que le lleve al cielo a ver si allí encuentra trabajo, porque en la Tierra la cosa está jodida.
Pau Riba fue el principal animador del colectivo Grup de Folk. Desde sus inicios su punto de mira se dirigía más hacia el movimiento folk norteamericano y el fenómeno hippie que a la sesuda canción francesa de compromiso social como hacían Els Setze Jutges, los cuales le rechazaron cuando Pau intentó participar con ellos. La relación entre ambos colectivos no era muy amigable que digamos. Pertenecían al Grup de Folk Jaume Sisa, Oriol Tramvia, Jaume Arnella, Xesco Boix o Jordi Batiste entre otros, y de manera menos oficial Maria del Mar Bonet y Ovidi Montllor. La carrera de Pau Riba fue evolucionando hacia territorios psicodélicos de carácter underground nada comprendidos por la burguesía catalana con la que Pau Riba se muestra radicalmente crítico. Brillante escritor de canciones con textos escritos con lenguaje culto y con alto contenido poético de tintes surrealistas desde una actitud vital ácrata y transgresora. Pau Riba y el colectivo de Grup de Folk fueron el puente entre la Nova Cançó y el movimiento de rock layetano que dominó la escena progresista barcelonesa durante la siguiente década. La música de Pau Riba haría quedar trasnochada la música de los demás participantes de la Nova Cançó ante el sector más joven de la sociedad catalana de aquella época, menos preocupados por el hecho nacionalista que los un poco más mayores, pero más ambiciosos en su deseo de revolución social y también mucho peor organizados.
Se puede escuchar en Goear la canción “Taxista”.
Lluis Llach
EP con los temas “Cançó sense fi”, “Per un tros del teu cos”, “Cop de destral” y “L’estaca”.
Publicado por Concentric en 1968
En este EP se escuchan arreglos orquestales, no solamente la voz y guitarra acústica habitual de la Nova Cançó de los inicios. Con este disco, el tercero de su discografía, se consolidaba como nuevo valor de la música catalana. A ritmo de vals “L’estaca” se convertiría en un himno antifranquista que se le coló a la censura no se sabe cómo (parece ser que la censura la aprobó después de haberla rechazado siete veces), la cuestión es que desde entonces ha sido adoptada como una canción de resistencia política traducida a varios idiomas y cantada en contextos insospechados de todo el mundo (es el himno de un club de rugby francés, por ejemplo), seguramente es la canción catalana más difundida de todos los tiempos.
Mientras tanto en el seno de Els Setze Jutges se había generado la polémica entre los que creían oportuno ampliar su audiencia cantando en castellano y los que no, y Llach se posicionó claramente en el lado de los que creían totalmente inoportuno cantar en otro idioma que no fuera el catalán. Estas desavenencias internas, poco seguidas por el gran público, condujeron a una crisis que desembocó en la disolución del colectivo pocos meses más tarde, en 1969, después de ocho años de fructífera actividad.
Su fidelidad a un riguroso compromiso social con el pueblo catalán adquirido desde sus inicios le comportó la prohibición franquista de actuar fuera del territorio de Catalunya. Las continuas prohibiciones, multas económicas, tomas de declaración en comisarias, etc, o sea, una persecución política en toda regla, le forzaron a exiliarse en la vecina Francia durante un largo periodo de cuatro años, en los que se consagró ante el público francés con sus exitosas actuaciones en el Olympia de París.
Con la caída del Régimen franquista Llach continuó con la acérrima defensa de las señas de identidad y cultura catalana, y sus conciertos multitudinarios (en el estadio de futbol del Club de Fútbol Barcelona llegó a congregar a 100.000 personas en 1985) se sucedieron a lo largo de los años hasta su despedida de los escenarios en 2007.
Ovidi Montllor
EP con los temas “La fera ferotge”, “Lliçó de sumes i verbs”, La cançó de les balances” y “Cançó del llaurador”.
Publicado por Discophon en 1968
En 1964 se mudó a Barcelona procedente de Alcoy. Hijo de familia humilde, a diferencia de la mayoría del resto de representantes de la Nova Cançó, en general hijos de familias urbanas pequeño burguesas. Militante comunista hasta su prematura muerte con 43 años de edad, de muy joven empezó como actor de teatro independiente que más tarde alternaría con su actividad de poeta, rapsoda, cantante y compositor de sus canciones, y también poniendo música a textos de Salvador Espriu, Vicent Andrés i Estellés o Pere Quart. Intervino como actor en un buen número de películas como Furtivos, Con el culo al aire o Amanece que no es poco. Las letras de sus canciones, de lenguaje sencillo, cantadas con su voz grave e inconfundible, habitualmente acompañado por el excelente guitarrista Toti Soler, reflejaban una sensibilidad especial con el lado más humano de las clases menos privilegiadas, con los trabajadores del campo, con su pueblo de origen… un buen tipo, cordial, modesto y talentoso artista. Se movía muy comodamente con la gente del Grup de Folk, alternativa a Els Setze Jutges.
En el disco seleccionado está la “Cançó del llaurador” (“Canción del Labrador”), que es una tradicionalísima jota valenciana de su autoría, cantada a capela, en la que un joven labrador le explica dolorosamente a su madre que va a verse obligado a abandonar la tierra que ama por las condiciones miserables en las que viven. Canción preciosa que pone la piel de gallina. Otra canción del disco es “La fera ferotge” (“La fiera feroz”), que es una canción cachonda en la que explica que el alcalde del pueblo, mediante el pregonero, recomienda a todo el mundo que no salga de sus casas pues la fiera feroz que tenía encerrada en el Ayuntamiento se ha escapado. Todo el mundo se esconde en sus casas pero al protagonista le pilla en la calle y se encuentra con la temida fiera feroz, que en realidad no es tal y lo único que pretende, la pobre, es pedirle al alcalde que le haga la jaula un poco más grande, pero los guardias la apalizan sin mediar palabra y la devuelven a la jaula en la que está confinada. Entonces el alcalde comunica pomposamente al pueblo que ha cumplido con la misión de velar por sus vidas y ya pueden salir de sus casas porque la situación está bajo control. Una ingeniosa y divertida metáfora sobre la falsa protección paternalista de la autoridad franquista y sus expeditivos métodos represivos ante un peligro inventado: la fiera feroz (léase la amenaza judeo masónica). En fin, no explico las otras dos canciones que también tienen su gracia. Con la dictadura de Franco el arte de la metáfora practicada por los autores de la Nova Cançó alcanzó cotas de extremo virtuosismo.
Las cuatro canciones están incluidas en el CD “Un entre tants – Crònica d’un temps” y se pueden escuchar en Spotify.
Más información:
Sobre Els Setze Jutges, la web La Fonoteca dispone de una extensa biografía y una crítica del disco Audiencia pública.
Sobre la Nova Cançó, puede consultarse información ampliada en el blog La Zamarra de Gustavo.