Desde hace mucho tiempo, el fútbol viene siendo una fuente de inspiración para la música popular, particularmente en los países del Río de la Plata y el Brasil. Una breve e inevitablemente incompleta lista de canciones destinadas a retratar la pasión que genera ese deporte o a ensalzar a sus ídolos probablemente tenga como antecedente más remoto a El sueño del pibe, el legendario tango de principios de los años 40 con letra de Reinaldo Yiso y música de Juan Puey. Y si nos limitamos sólo a las canciones en español, no podemos soslayar ese intenso retrato del futbolista brasileño Garrincha que pintó con maestría el cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa. Pero si hay una figura del fútbol que ostenta el palmarés de los homenajes musicales esa figura es, sin dudas, el recientemente fallecido Diego Armando Maradona.
Ya en vida, el Pelusa inspiró a una enorme cantidad de autores: Mano Negra lo celebró con Santa Maradona; Calle 13 con Me vieron cruzar; Manu Chao con Si yo fuera Maradona; el cordobés Rodrigo con La mano de Dios; Andrés Calamaro aportó su Maradona y la banda de rock Los Piojos, Maradó. No son todos los títulos, apenas los que surgen más rápido en la evocación. Pero la reciente partida del crack generó, lógicamente, nuevos homenajes. Un caso curioso es el de una canción hasta ahora poco conocida, de una banda ya disuelta, que fue redescubierta recientemente por los medios de comunicación para acompañar los recuerdos del número 10: Para verte gambetear fue grabada en 2004 por el colectivo platense La Guardia Hereje, cuyo líder y autor de la canción (Jorge Pandelucos, más conocido como “el gordo Alorsa”), falleció en 2009, con apenas 38 años.
Ahora, a sólo un mes de la muerte del astro mundial del balón, llega Yo ya no muero, un homenaje con cierto tono elegíaco y fuerte impronta tanguera, escrito desde el dolor y la angustia, que además tiene la particularidad de haber reunido a algunas personalidades no sólo ligadas a la música, sino también al fútbol.
La letra de Yo ya no muero es del porteño Alejandro Szwarcman, poeta, compositor, cantautor, docente y seguidor incondicional de San Lorenzo de Almagro, una de las plumas más reconocidas del tango contemporáneo –sobre todo a partir del suceso obtenido por su obra Pompeya no olvida–. En la certera definición del desaparecido poeta Héctor Negro, los versos de Szwarcman “además de reflejar a la ciudad de nuestro tiempo, se comprometen con la problemática del hombre actual y presentan originales enfoques y temáticas, manteniendo sin concesiones su fidelidad con el lenguaje poético sin apartarse de lo popular”.
Gran cantidad de intérpretes le han puesto voz a sus canciones, entre ellos Rubén Juárez, Patricia Barone, José Ángel Trelles, Julia Zenko, Franco Luciani, María Graña, Néstor Fabián, Carlos Varela, Caracol, Jacqueline Sigaut y Ariel Prat. Desde 2008, Szwarcman es Académico Titular de la Academia Nacional del Tango y ha coordinado y coordina talleres de letras en esa institución y en otras como la Escuela del Sindicato Argentino de Músicos, el Frente de Artistas del Hospital Borda y un espacio comunitario dedicado a la rehabilitación de adolescentes y jóvenes con problemas de adicción a las drogas.
La música es del rosarino Pablo Covacevich, guitarrista, docente, compositor y arreglista dedicado en especial a la guitarra del tango que lleva editados tres trabajos discográficos (dos de ellos con varias composiciones propias) y ha representado a la Argentina en eventos internacionales en países tan disímiles como Uruguay, Japón y Croacia.
La voz la aporta otro porteño, Hernán “Cucuza” Castiello, el cantor y compositor que hace un año estrenó Menesunda Tangolencia Rockera, un interesante trabajo discográfico donde buscó acentuar la parte de tango que el rock argentino lleva adentro, a veces casi en forma explícita y otras no tan tanto.
De los tres, Castiello es el puente más nítido entre el tango y el fútbol, ya que comparte ambas pasiones desde niño. Empezó a cantar a los seis años en los clubes de barrio con las figuras que luego delinearían su estilo, como Roberto Goyeneche, Floreal Ruiz, Rubén Juárez o Luis Cardei, mientras desarrollaba en paralelo una carrera futbolística que se truncó por una grave lesión cuando solo tenía 24 años. El cantante y Diego Maradona se conocieron cuando Cucuza jugaba en el mismo equipo que un hermano del astro, en el club Argentinos Juniors, y volvieron a encontrarse por última vez el 14 de diciembre del 2019 en el estadio del mismo club, en un homenaje al periodista Sergio Gendler. En esa oportunidad, Castiello le cantó a Diego el popular tango El Sueño del Pibe y ambos terminaron compartiendo el micrófono y cantando juntos.
El creador del ya mítico ciclo El tango vuelve al Barrio del bar El Faro de Villa Urquiza, le pone a la canción el tono exacto de emotividad. Hoy te ví/ vos llorabas por mí/ me decías adiós/ con tristeza de pueblo/, se lo escucha decir con unción cuando interpreta la que probablemente no sea la última canción que suscite la figura de Diego Maradona, pero sin duda establece un baremo que será difícil superar.
Ph: Leandro Teysseire