Fotografías: Christian Torrecilla
La pedanía de Barranda, en Caravaca de la Cruz (Murcia) de apenas 800 habitantes celebró un año más su Fiesta de las Cuadrillas, un evento al que acudieron, como ya es costumbre, miles de personas. Visitantes en busca de la música tradicional, de los sonidos y el baile que ofrecieron los 12 grupos participantes de Murcia, Albacete y Málaga.
Esta fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional y Bien de Interés Cultural se viene celebrando desde hace 38 años el último domingo del mes de enero, coincidiendo con las festividades de la Virgen de la Candelaria, y ha ido evolucionando desde sus humildes orígenes hasta ser un de los festivales mejor organizados y con mayor poder de convocatoria en la Región de Murcia.
Por la mañana, cada grupo tiene un lugar fijo, asignado en las distintas calles de Barranda, por ejemplo, los Aguilanderos, organizadores de la Fiesta, tocan tradicionalmente en la calle Mayor, y así, el público puede hacer un recorrido por la localidad escuchando a las cuadrillas hasta la hora de comer, momento de descanso hasta que por la tarde se reanuda la música, esta vez cambiando las actuaciones al aire libre por el escenario del Salón Social, recinto habilitado para los conciertos y el baile “hasta que el cuerpo aguante”, como se dice popularmente en la zona.
La jornada no es sino la culminación de la semana grande de Barranda, durante la cual se van celebrando la serie de conciertos “Barranda Folk” y el “Ciclo de Jornadas sobre Cultura de Tradición Oral” además del Mercado Campesino. Noelia Arroyo, consejera de Cultura de la Región de Murcia, asistió este año, destacando su compromiso con la cultura popular.