El espectáculo que precedió a la grabación del disco (estrenado el pasado mes de junio) fue ganador del Infusiona’t 2014 de Barcelona.
Llorona trae una propuesta intimista, desnuda, empapada de poesía, habitada por silencios, dolores y una voz nueva que se abre paso en ese mundo cada vez más vivo en el que confluyen el flamenco y el jazz. Estos doce cortes a dúo (con coros de La Cris en uno de los temas) constituyen, sin dudas, una apuesta arriesgada y singular. «Detrás de este proyecto hay mucho de mí, de un proceso de búsqueda tanto musical como personal –comenta Mariola Membrives en declaraciones a Diariofolk–. En la gestación de este álbum, hay un momento clave: ese en el que decido, después de algunas pruebas, que el contrabajo debe ser el instrumento que me acompañe. Ahí me encuentro con Masa Kamaguchi, él se pone manos a la obra y redondea unos arreglos maravillosos».
Entre los temas visitados podríamos mencionar Barro tal vez, una zamba de Luis Alberto Spinetta («Si no canto lo que siento me voy a morir por dentro»); la mexicana La llorona (“El que no sabe de amores, llorona, no sabe lo que es martirio”); Todo es color, de Lole y Manuel; Canto de ordeño, del venezolano Antonio Estévez; la portuguesa Tive um coração, perdi-o (de Fuentes Rocha y Amália Rodrigues) o Verdugo, compuesta por Mariola Membrives. «Son canciones preciosas, tristes, que cuentan historias… pero dichas a mi manera –señala la cantante–, buscando un espacio concreto, íntimo y especial para mí».
El disco fue registrado en directo por WhatAbout Music en Dry Town Studio bajo la supervisión de Dave Bianchi. El diseño de portada pertence a Pablo Alvar Mcv y las fotografías son de Dani Álvarez.
Foto: Mariola Membrives, en su reciente concierto en el Jamboree, por Dani Álvarez