Los miembros de El Naán han vivido una experiencia única ya que han grabado la canción desde sus casas, debido a la situación de confinamiento obligado. La letra es de un poema creado por Héctor Castrillejo y la música de Carlos Herrero, con arreglos de Adal Pumarabín, César Díez, María Alba, Javier Mediavilla y César Tejero.
Con esta canción, el septeto cerrateño quiere invitar a reflexionar sobre “el silencio que cubre el mundo estos días. Reivindicando ese silencio obligado, como una oportunidad para reflexionar colectivamente, para pensar y sentir, desde la calma y el sosiego, una oportunidad que nos regala la adversidad, para proyectar nuevas posibilidades, normalmente sepultadas por la prisa y ‘lo urgente’. Un buen momento para ocuparnos, por fin, de lo importante”, explicó Héctor Castrillejo.
El vídeo es un trabajo realizado por Javier Valdezate, de Cabrasentada Producciones, con imágenes grabadas con drones en los Páramos del Cerrato (entre Palencia, Burgos y Valladolid), para otros proyectos de la productora, antes del confinamiento, que se mezclan con imágenes de ciudades vacías y silenciosas de todo el planeta, que han publicado cientos de personas en las redes sociales.
Como ha publicado el grupo en sus redes: “esta es una canción que nace del silencio. Un silencio que es extrañeza y sosiego, miedo y esperanza, una oportunidad para la reflexión. Mercancía muy valiosa en estos tiempos. Es mirada y caricia dentro del dolor, es cuidado y abrazo. Un silencio cómplice que nos deja mirar más allá y con más calma. Es un silencio antiguo, germinado en estos páramos vaciados donde habitamos, amasado durante años, quizás siglos… y que ahora brota fértil por valles y ciudades. Es ese silencio que está fermentando entre las grietas del derrumbe y que contiene la promesa de un mundo nuevo”.
El Naán crea composiciones propias, tanto en lo musical, como en los textos y letras, proponiendo un corpus poético y musical íntimamente ligado. Está formado por César Díez (bajo eléctrico), María Alba (segunda voz, percusiones y pandero), Adal Pumarabín (percusiones), Javier Mediavilla (guitarra eléctrica), Carlos Herrero (voz principal, buzuqui, tres), Héctor Castrillejo (poesía, videoarte y rapsoda) y César Tejero (saxo).