Si hace unas semanas sonaron los herederos de sagas de músicos importantes en la canción popular española, hoy son protagonistas sus progenitores, centrando la atención en uno de los cantautores más representativos, y del cual casi nada sabíamos: Patxi Andión.
Su último disco se titula La hora lobicán, en el que celebra sus cincuenta años de carrera, desde que editara Retratos, con el que debutó en 1969. En este hay lugar para el recuerdo del París revolucionario Buenos días, joven, que él vivió de cerca; para la poesía portuguesa Vaga no azul amplo, solta basada en un poema de Fernando Pessoa o para el desamor más desolador y sarcástico con En corazón enemigo.
Qué fue de los cantautores quizá sea uno de los discos más conocidos de Luis Pastor, sobre todo por la canción que incluía de mismo título, toda una declaración de principios. Pero también contiene bellas canciones de aroma lusófono, como Fado destino de mar y de su tierra extremeña como Flor de cerezo.
No menos imprescindible es Pensión Triana, de Javier Ruibal, de 1993; canciones como La rosa de Alejandría ya forman parte de nuestra memoria. Y por último, Martirio, que recientemente ha editado un precioso disco dedicado al gran Bola de Nieve, junto a Chano Domínguez. Incluye una íntima versión de La vie en rose.