Bernardo Fuster, fundador de Suburbano, grabó en los años setenta varias cintas clandestinas con canciones revolucionarias y en apoyo de luchas sociales y políticas.
Debido a su actividad antifranquista, abandona España y en el exilio graba varias casetes y dos discos, todo ello bajo la identidad de Pedro Faura, además de actuar por toda Europa apoyando mítines y actos políticos.
Es con la llegada de la democracia cuando Bernardo Fuster regresa a España como actor, conociendo a finales de los años 70 a Luis Mendo. Ambos fundarían el grupo Suburbano.
El disco Que el tiempo no borre, ha sido publicado por Karonte y en él encontramos versiones nuevas de aquellas canciones escritas por el propio Bernardo y poemas de Miguel Hernández y José Bergamín, a los que el compositor puso música.
El CD se completa con una composición actual dedicada a la Asociación para la Recuperación de la memoria histórica y otra escrita tras el asesinato de los Abogados de Atocha que no había sido grabada hasta ahora.
La poetisa Laura Casielles aporta cuatro poemas a los que el dúo Fuster – Mendo ha puesto la música, completando el disco con una visión actual, de alguien que no vivió aquellos años y que evidencia, que los enemigos de aquellos años siguen entre nosotros en la actualidad.