Los Aguilanderos de Barranda – Foto Morety
Qué mejor que juntarnos un rato con los elementos fundacionales de tan magno evento, que fue declarado de Interés Turístico Nacional en 2011. Dejamos las respuestas en manos de los auténticos Aguilanderos de Barranda y en las de su actual responsable, Carlos Manuel Salcedo.
Pregunta: ¿A quién se le ocurrió hacer aquella primera Fiesta de las Cuadrillas?
Respuesta: Ya en el año 1979 algunas personas detectaban la necesidad de conservar algunas tradiciones y costumbres que podían desaparecer o caer en el olvido. Una de estas personas fue el maestro Jesús María García que junto al párroco de Barranda, Ramón García, sintió que tenía que hacer algo para que la música y bailes que conocían (no sólo de Barranda, sino de toda la comarca) no se perdieran y pudieran revitalizarse de algún modo. Fue entonces cuando tuvieron la idea de realizar lo que llamaron Festival Comarcal de Música y Cuerda. Se organizó al amparo de las fiestas patronales de Barranda (La Candelaria, el 2 de febrero) y lo hicieron con la ayuda y complicidad de los mayordomos de dichas fiestas patronales, vecinos y amigos de Barranda y Caravaca, entre otros.
La propia naturaleza de esta música hizo que floreciera un hermanamiento entre músicos de diferentes sitios.P: ¿Podéis describir cómo fueron aquellos primeros años en cuanto a participación, ambiente y organización?
R: Como te puedes imaginar, en los primeros años todo se hizo con la ayuda, colaboración y buena voluntad de vecinos y amigos de Barranda, pero muy rápidamente tuvo el apoyo de nuestro Ayuntamiento de Caravaca y de la consejería de Educación y Cultura de la Comunidad Autónoma de Murcia. Las actuaciones se hacían en naves que algún vecino prestaba para la ocasión y en las propias calles de Barranda. La comida popular, que solían ser unas migas, la realizaban los vecinos de Barranda para todo aquel que se acercaba al festival.
Cuentan nuestros compañeros y amigos más veteranos, que vivieron en primera persona todo aquel ambiente, que para el pueblo y las cuadrillas que venían desde otras localidades aquello fue una gran bocanada de aire fresco y sentían un cierto sentimiento de euforia. No hay que olvidar la época de la que estábamos hablando, recién estrenada la democracia, cuando afloraba una nueva y agradable sensación de orgullo por aquellas costumbres, de las que llegó a sentirse casi vergüenza de mostrar en público, y ahora eran tenidas en cuenta y valoradas por una gran cantidad de gente.
También hay que señalar que no todos los músicos o bailadores que conocían o practicaban esta música participaban en una agrupación estable o consolidada. En algunos casos, músicos de cortijadas cercanas se reunieron para formar entonces lo que vinieron a llamarse cuadrillas, para posteriormente seguir su actividad como agrupación consolidada. El término cuadrilla viene de aquella época y se adoptó como nombre genérico para denominar a este tipo de agrupaciones y así diferenciarlas de otro tipo de grupos.
P: Lógicamente en esas primeras ediciones los invitados vendrían sobre todo de la provincia de Murcia.
R: Así fue. Por aquel entonces, las cuadrillas invitadas venían de lugares relativamente cercanos como Cañada de la Cruz, Lorca o Cehegín. La propia naturaleza de esta música, de estos bailes y sus agrupaciones, hicieron que floreciera un hermanamiento entre músicos de diferentes sitios, que veían que no estaban solos, que podían entenderse y compartir las mismas piezas e ideas. Se forjaron así lazos de amistad muy fuertes que perduran hasta hoy.
Lo más importante de aquella época fue que se sentaron unas bases sólidas no tanto en la estructura de la fiesta, sino en el enfoque y sentido de la misma, poniendo gran énfasis en la necesidad de revitalizar y valorizar la música, bailes y ritos que llevaban a cabo las cuadrillas.
Hemos apostado por los grupos de la región, por lo que la relación con ellos es muy estrechaP: ¿Cuándo y cómo llegó el cambio hacia el formato actual con el Barranda Folk y las jornadas de tradición oral?
R: A mediados de los 80 se detectó la necesidad de realizar actividades paralelas en las que se contara con expertos y estudiosos que aportaran su conocimiento y soporte teórico para apoyar y complementar la parte más práctica de esta música y bailes. De este modo, en 1986 se comenzaron a programar mesas redondas, conferencias, visitas pedagógicas a colegios, charlas, etcétera. De una de estas conferencias, en concreto la del profesor de antropología Antonio Mandly, nació la denominación de fiesta de las cuadrillas.
Algo parecido ocurrió con las actuaciones de grupos de folk. De manera intermitente se habían realizado actuaciones, sobre todo de músicos que estaban íntimamente ligados a todo el desarrollo de esta música tradicional, como Manuel Luna. Estas actuaciones se fueron consolidando en el tiempo y en 1999, cuando la Fiesta de las Cuadrillas recibió la declaración de Interés Turístico Regional, es cuando se acuñó el nombre actual de Barranda Folk.
P: ¿En qué año se celebró el primer Barranda Folk? ¿Recordáis por curiosidad el cartel de aquella primera edición?
R: Cuentan las crónicas que ya en el año 1994 Manuel Luna tocó el domingo por la tarde al término del baile de la calle. Se podría considerar esa como la primera actuación de folk.
P: ¿Qué artistas más destacables han pasado por Barranda Folk?
R: Muchos músicos de gran nivel se han subido al escenario de Barranda. En los primeros años, músicos como Salvador Martínez, La Musgaña o el propio Manuel Luna, hasta los más recientes como Carmen París, Curro Piñana, Eliseo Parra, Luar na Lubre, y este mismo año Hexacorde y Vanesa Muela o Kepa Junkera, por citar a los más reconocidos a nivel nacional. También fue memorable la noche llamada La fiesta de las percusiones: los sonidos de Barranda que nos ofreció Carlos Blanco Fadol, amigo y personaje de vital importancia para la música tradicional y para Barranda, ya que es quien aportó los instrumentos musicales que podemos disfrutar en el Museo de la Música Étnica de Barranda y que bien merece un capítulo aparte.
Por supuesto, durante todo este tiempo hemos apostado por los grupos de la región, que además de ser de la casa, suelen ser también músicos o bailadores de alguna cuadrilla, por lo que la relación con ellos es muy estrecha. Son grupos como Azarbe, Taray, Malagüero o Malvariche, a los que hemos invitado a compartir su música de reelaboración de raíz murciana.
P: En cuanto a las jornadas de tradición oral, sabemos que el encargado de su coordinación es Alonso Palacios. ¿Qué nos podéis contar de Alonso? ¿Cómo y por qué surgió la posibilidad de incorporar estas jornadas?
R: Alonso, que desarrolló su profesión de maestro hasta su reciente jubilación, es además autor de algunos libros de temática infantil a la vez que creador y coordinador de actividades relacionadas con la educación infantil. Desde hace varios años, en colaboración con el sindicato Sterm y los Aguilanderos de Barranda, organiza y coordina los contenidos del curso Folklore y escuela que en la actualidad forma el grueso de las jornadas sobre cultura de tradición oral.
Este curso se realiza dentro de la programación de la Fiesta de las Cuadrillas desde 2009, pero ya había celebrado seis ediciones anteriores de manera independiente. Está homologado por la Región de Murcia y dirigido especialmente a personal docente, aunque cualquier persona puede participar del mismo o acudir como oyente o espectador.
La Fiesta de las Cuadrillas incorporó este curso, que desde el principio se reveló como un soporte teórico esencial para la comprensión de la tradición oral, como fuente de otras metodologías de enseñanza y como aporte de herramientas para poder transmitir a las nuevas generaciones el valor de nuestra cultura.
La Fiesta de las Cuadrillas es un fuerte dinamizador de la comarcaP: ¿Qué personas podrías destacar de los que han participado en las jornadas?
R: Hemos tenido la suerte de contar con antropólogos, músicos, escritores o narradores de gran reconocimiento y prestigio. La lista es, por suerte, muy extensa. Pero por citar a algunas de las personas que han tenido una participación especial o que han aportado un valor añadido al conocimiento y difusión de la tradición oral, la música y el folclore, podríamos nombrar a los antropólogos Antonio Mandly, Manuel Luna Samperio; divulgadores como Iñaki Peña, Ángel Goyanes, Carlos Monje, Mª Luisa García, Fernando Neira; fotógrafos como Francisco Salinas, Tomás García (además de músico y documentalista) y Joaquín Zamora; músicos y compositores como Llorenç Barber, Tono Clemente Buhlal, Antonio Narejos; escritores y divulgadores como Federico Martín Nebrás, Joaquín Gris, Antonio Rodríguez Almodóvar, Gustavo Martín Garzo, el Col.lectiu de Literatura Pep Sempere o La Chana Teatro, entre otros muchos. Hasta catas de vinos comentadas hemos tenido, gracias a la participación de Bodegas Juan Gil.
P: Las Jornadas se clausuran con un evento artístico. ¿De qué tipo suele ser?
R: Efectivamente, suelen cerrarse con una actuación teatral que en los últimos años ha estado a cargo de La Chana Teatro, con Jaime Santos al frente, pero muchas otras han sido las actuaciones de diferentes disciplinas que hemos disfrutado en estas jornadas: veladas troveras (repentización), actuaciones de flamenco como la de Manolo Cano (ganador de la lámpara minera), el Coro Arsis de Caravaca, etcétera. La lista es muy larga.
P: ¿Qué supone para el pueblo de Barranda la Fiesta de las Cuadrillas a todos los niveles, artístico, social y económico?
R: Puede que con los datos te puedas hacer una idea de lo que supone la Fiesta de las Cuadrillas de Barranda: nuestro pueblo tiene habitualmente unas 900 personas censadas; en los últimos años, la policía viene considerando que unas 15.000 personas acuden el domingo de la Fiesta de las Cuadrillas. Algunos años se ha superado esta cifra. Desde hace unos años, la Fiesta de las Cuadrillas es un fuerte dinamizador de la comarca. No sólo Barranda se ve beneficiada de la gran afluencia de gente: muchos alojamientos rurales, hoteles, restaurantes y comercios de las poblaciones cercanas ven ocupadas sus instalaciones durante estos días y se hace bastante difícil encontrar alguna plaza libre los días precedentes.
P: ¿Hasta qué punto la Fiesta ha promovido la recuperación y reactivación del fenómeno de las cuadrillas, tanto en Barranda como en la Comunidad de Murcia y en el resto de lugares?
R: Los encuentros de cuadrillas y similares son la adaptación al tiempo presente que necesitaban las cuadrillas para tener una motivación extra y una razón de ser en la actualidad (aunque no la única). Es muy probable que con el paso del tiempo estas agrupaciones y la música y baile que interpretan hubieran caído en el olvido o hubieran quedado como manifestaciones residuales. Por suerte ha ocurrido todo lo contrario y cada vez son más las personas que se acercan a este tipo de música o que crean nuevas agrupaciones, recuperando la tradición de sus mayores y convirtiéndolas en un valor de presente. Queremos creer que la Fiesta de las Cuadrillas ha contribuido a todo esto. No en vano, parece que es el encuentro de este tipo más antiguo del que hay noticias.
P: ¿Qué define a una cuadrilla? ¿En qué eventos principales participa?
R: Las circunstancias que rodean al origen, ritos, música y bailes que realizan son diferentes en cada agrupación. Las hay con una vinculación religiosa, sin ella o de nueva creación. Y los caminos por los que los componentes llegan a participar de todo esto también son muy diferentes. Con todo, hay ciertas características que comparten las agrupaciones a las que llamamos cuadrillas (que también se denominan rondas, collas o pandas, según la zona): interpretan principalmente música para el baile como jotas, seguidillas de varios tipos, malagueñas y fandangos, mazurcas o hierbabuenas, aunque también suelen interpretar piezas religiosas o rituales. El baile es suelto, de libre interpretación, y por parejas y todavía se respeta la costumbre de que la mujer sea la que manda en el baile, al contrario de lo que ocurre con los bailes agarrados más modernos.
Sobre la denominación hay que decir que el término cuadrilla es el sustantivo que se ha extendido para nombrar a este tipo de agrupaciones, sobre todo en esta zona del sureste de la Península, pero no todos los grupos utilizan esa denominación. Es el ejemplo de nuestra agrupación ya que somos los Aguilanderos de Barranda. El término viene de la función que siempre ha llevado a cabo nuestro grupo de pedir el aguilando (aguinaldo) en Navidad. Algo similar ocurre con nuestros vecinos los Animeros de Caravaca, los Animeros de Nerpio o Hermandades. Y como decíamos, según las zonas, encontramos rondas (zona centro de la Península), pandas (en Málaga), collas (en la Comunidad Valenciana), etcétera.
Los que participamos de esta música y tradiciones entendemos que es un modo de expresión, parte de nuestra cultura.P: ¿Cuál es la formación instrumental básica? ¿Está siempre presente el canto?
R: La música de estas agrupaciones suele ser interpretada por instrumentos de cuerda, con el acompañamiento de la percusión y la voz como centro, pero también hay algunas que incorporan instrumentos de viento como la flauta travesera o el clarinete, como ocurre con nuestros vecinos los Animeros de Caravaca o las Cuadrilla de Aledo y de Zarzadilla de Totana.
Se pueden nombrar las familias de instrumentos que se utilizan, pero es inabarcable la cantidad de variantes de los mismos, sobre todo en la familia de las guitarras y guitarros. Las unas y los otros son el acompañamiento de laúdes, bandurrias y violines (menos comunes) que realizan las melodías. Tal como dices, el canto siempre está presente salvo en muy raras excepciones. El cantante interpreta las coplas como solista y en algunos casos, los estribillos se cantan a coro. Marcando el ritmo encontramos panderetas y panderos de diferentes tamaños y sonajas, platillos (crótalos) y otras percusiones. El baile se suele acompañar con las postizas (castañuelas de la zona) o castañuelas.
P: ¿Cuál es su implantación geográfica? ¿No hay cuadrillas en el norte?
R: Depende de si atendemos a su composición formal o al espíritu de las personas que llevan a cabo esta música tradicional. Los que participamos de esta música y tradiciones entendemos que es un modo de expresión, parte de nuestra cultura, algo que nos define. Habrá formas de expresión que se parezcan más entre sí que otras, pero lo que importa es el sentido y el porqué. Una señora con una pandereta que interpreta una pieza en Asturias lo hace con la misma intención de expresarse, de divertirse, que lo hace un señor con un laúd en Puerto Lumbreras. Puede que ambos toquen una pieza similar o no, pero lo que importa es por qué se hace, en qué ámbito y en qué momento. Y en esto coincidimos en muchas cosas, aunque los instrumentos y ritmos sean muy diferentes. Es casi mágico descubrir cómo un músico de La Vera cacereña o de Candeleda (Ávila) se entiende e interpreta conjuntamente y de manera perfecta una variable del fandango, una jota o una seguidilla con un músico de Castellón, Valencia o Vélez Rubio, en Almería, por decir algunos ejemplos.
Para entender el porqué del tipo de agrupaciones que se invitan a la Fiesta de las Cuadrillas tenemos que indicar que nace en una época muy diferente en cuanto a la percepción de la tradición, de las agrupaciones que se conocían, de las comunicaciones. Y por tanto, el enfoque en cuanto a los grupos a invitar nos imaginamos que ni se planteó, surgió de manera natural. El tiempo y una evolución natural hizo que se viera que lo más adecuado era intentar preservar la singularidad de este tipo de agrupaciones, de estos estilos de música. Poco a poco se han ido incorporando agrupaciones más lejanas pero que guardan similitudes estilísticas, de instrumentación y repertorio. Todas estas agrupaciones, la mayoría de la mitad sur de la Península, presentan unas características similares en cuanto ritmos, instrumentos, melodías y melismas que son diferentes a las de la mitad norte.
Se ha encontrado un buen equilibrio entre lo que demanda el público y lo que nuestra infraestructura puede ofrecerP: ¿El futuro de la Fiesta está asegurado?
R: Por parte de la organización, de las agrupaciones y del público, seguro que sí. Está claro que al organizar un evento de este tipo se depende de un presupuesto y es una incógnita que cada año hay que despejar. Pero también es cierto que siempre hemos tenido el apoyo expreso del Ayuntamiento de Caravaca y de otras instituciones regionales o particulares que intermitentemente se suman a la ayuda para que la fiesta salga adelante cada año.
P: ¿Habrá alguna novedad de cara al año que viene?
R: Los contenidos de todo el fin de semana no suelen sufrir cambios en cuanto a su estructura. Creemos que en lo referente a las jornadas sobre cultura de tradición oral y el Barranda Folk se ha encontrado un buen equilibrio en cuanto a lo que demanda el público y lo que nuestra infraestructura puede ofrecer.
En cuanto a la jornada del domingo, que es la base y el origen de toda la fiesta, ha permanecido casi inalterable desde los inicios. La propia naturaleza de las agrupaciones, de su música y bailes, ya definió la forma en que debía desarrollarse todo, es decir, en la calle, compartiendo con todo aquel que se acerque a bailar, cantar, dar palmas o simplemente mirar. En este día, la organización se ocupa más de aspectos técnicos y logísticos y de que los grupos estén cómodos durante la jornada.
P: ¿Hay relevo generacional en cuanto a la gente que se encarga de organizar?
R: La organización de la Fiesta de las Cuadrillas prácticamente desde sus inicios ha estado ligada a los Aguilanderos de Barranda y siempre hay un compañero que toma las riendas y se pone al frente. Influyen, claro está, los cambios generacionales. Precisamente, hace tres o cuatro años nos incorporamos varios compañeros de forma más activa a preparar y organizar todo lo necesario. Por tanto, mientras nos veamos con fuerzas y si a los compañeros les sigue pareciendo que se hacen bien las cosas, aquí seguiremos.
Fotografías Carlos Monje.