Circe, Fábrica de Arte. Buenos Aires
Claudia Levy es una cantante de música popular, pianista de formación clásica y compositora argentina que descubrió su amor por el tango allá por los años ´90, en su paso por la Escuela de Música Popular de Avellaneda. Si bien ha integrado diversas formaciones y trajinado además por otros géneros, su imagen está fuertemente ligada al tango satírico o humorístico, una corriente que, si bien no es nueva, en los últimos años se ha revitalizado con la aparición en escena de intérpretes como Lucio Arce o el colectivo Ofidio Dellasoppa y las cuerdas flojas, por nombrar solo a algunos. Pero en su nuevo espectáculo, Claudia decidió desmarcarse un poco de ese estilo –cuyo tema emblemático es sin duda Mentime más, de su primer disco– para abarcar un horizonte más amplio, tanto desde lo temático como desde lo formal.
Fusiones es un espectáculo multimedia que aúna música y vídeoarte, cuya singularidad radica en que lo comparte con su hija, la artista plástica y ‘video jockey’ Mayra Luna, quien recrea visualmente las composiciones musicales y el mundo poético de Claudia. Mayra trabaja la imagen de diferentes formas: proyecta vídeos y los modifica en vivo, enseña en la pantalla lo que va pintando o dibujando durante el show o se filma a sí misma como actriz. Así, las composiciones de Claudia adquieren una nueva dimensión emocional. Composiciones cuyo tema es casi siempre el amor, desde el amor maternal (que describe sencilla pero emotivamente en Cajita china, con la que abre su actuación; hasta el amor desgarrado de Si fuera este café (prologada por uno de los varios poemas que recitó durante la noche); o la pintura costumbrista de la milonga La Juana, esa que “arranca suspiros por la vereda”. Pero en Fusiones también hay espacio para la música folclórica del Litoral, la chacarera, los aires rockeros que remiten a Pink Floyd convocados por la guitarra de Alejandro Trebino y el candombe que palpita en Pasan cosas, donde se echa en falta un coro, que el público sustituye acompañando con palmas el pulso preciso de la batería de Santiago Díaz. Y no falta, por supuesto, el género donde Claudia se mueve con mayor naturalidad, el tango. Ya sea a través del sonido contemporáneo de Prófugos o del humor y la ironía de El chorro de la esquina (inspirado en los tres robos que sufrió en su casa) y del valsecito Mil razones.
Párrafo aparte merecen el único tema instrumental que la artista ejecutó al piano y, curiosamente, la versión que hizo del primer tema que compuso en su carrera, Gurungutá, que Claudia cantó a capella, con el acompañamiento de sus excompañeras de Círculo de Brujas, las cantantes Cecilia Gauna y Dorita Chávez. Bellísimas composiciones, que llevan a esperar con expectativas el cuarto disco de Claudia Levy.
La descripción que hiciste de Fusiones es tan próxima a mi propia percepción. te agradezco que lo hayas puesto en palabras. Momentos únicos, lo diverso de Claudia y Mayra en la unidad de la sensibilidad. Conmovedor. Ale Trebino en la guitarra vino a sumar matices que junto con Santiago Diaz en la percusión, le dan un acabado a esta obra de sensible y mágica propuesta. Gracias Fernando por tu nota y a Claudia, Mayra, Alejandro y Santiago por el conmovedor momento compartido.
hermoso comentario de un bellisimo y emotivo espectaculo..Claudia y Myra dos artistas para escuchar ver y conmoverse