Le Cornuaille, memoria de un gran festival

15/08/2012 - Kontxi Diez
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Varios - 15-08-2012
Quimper, Bretaña (Francia)
En la preciosa ciudad de Quimper, en la Bretaña francesa, se desarrolla durante el mes de julio uno de los festivales más atractivos del país, “Le Cornouaille”.
Bagad Kemper

Aunque este año no se alcanzaron las cifras del pasado, cuando se llegaba a los 200.000 asistentes, la dirección se muestra satisfecha con la edición número 89 del festival Le Cornuaille. Unos·3.000 artistas y unos 180 espectáculos y animaciones se reparten en seis días, de la música tradicional a las músicas del mundo, del fest noz a los concursos y desfiles. Más de 800 voluntarios aportan lo que pueden a la excelente organización.
La programación musical se reparte en varios escenarios: los teatros de Cornouaille y Max Jacob y las carpas cubiertas de Gradlon, Evêché y Saint Corentin, con conciertos y actividades gratuitas, restauración y fest noz al final del día.
Mientras unos no se pierden por nada del mundo a los cabeza de cartel, otros prefieren vivir la fiesta en la calle y salir al encuentro casual de esta o aquella banda, sea la Xácara de Asturias, la escocesa Edradour Pitlochry & Blair Atholl Pipe Band o la Bagadig Kemper, que jugaba en casa. Las numerosas animaciones que el festival ofrece, así como el mercado callejero o los desfiles, obligan a hacer peatonales zonas que habitualmente no lo son. Exposiciones de instrumentos, charlas y conferencias varias completan la oferta no musical.
Espace Gradlon
Los conciertos del Gradlon se inauguraron el martes con Sharon Corr. Tras la separación de los Corrs, según ella temporal, la violinista y cantante irlandesa presentó su primer trabajo en solitario, Dream of You. Con una banda de cinco músicos (bajo, batería, teclado, gaita y guitarra) los temas formaron parte de un abanico tan dispar como esto: “Everybody’s got to learn sometime” (Korgis), “Small town boy” (Bronsky Beat), canciones de Jeff Beck o Joni Mitchell, “No frontiers” (lejos del poder de Mary Black), “So young” o “Radio” (Corrs), varias lentas y la tan recurrida “Morrison’s jig” para culminar. Un poco frío el público pero al final, le ofreció una ovación en pie.
El miércoles tuvo lugar uno de los conciertos más esperados. Ian Anderson, carismático líder de Jethro Tull, reunió a más de 2.000 fieles (se nos veía en la cara). Con más de 30 discos a sus espaldas, más de 60 millones de copias vendidas y las mallas ya guardadas en el cajón, el escocés demostró su aceptable forma física a sus 65 años. Desde aquel magnífico Walk into light del 83, su primer CD en solitario, su carrera ha visto cinco discos publicados y se espera un sexto para el año que viene. Pero este era el día de su último trabajo Thick as a brick2, secuela del TAAB de hace 40 años. Y el repertorio anunciado era éste, los temas del “TAAB2”. Recorriendo el escenario de esquina a esquina, guitarra o flauta en mano, pierna arriba y lanzando miradas diabólicas a los espectadores de la primera fila, Anderson fue desgranando el disco con «From a pebble thrown«, «What ifs…» y medleys varios, acabando en el bis con “Locomotive breath«.  Memorable, toda una experiencia. En Murcia, Madrid, Córdoba y Sant Feliú (Girona) también lo pudieron disfrutar unos días antes.
Y fue en la tercera jornada cuando aquello se llenó por completo. La canadiense de Manitoba Loreena McKennit, ofreció una deliciosa velada en el marco de su Midsummer Night Tour. Tras su último disco de estudio, The wind that shakes the barley , de 2010, Troubadours on the Rhine es en realidad su más reciente publicación. Grabado en trío en los estudios de la emisora alemana de radio SWR, en Meinz el 24 de marzo de 2.011, sus compañeros de fatigas son los habituales Caroline Lavele (chelo) y Brian Hughes (guitarra). Sin embargo, en este concierto, McKennit no se limitó a estos últimos discos. Tuvimos la suerte de disfrutar de todos sus grandes éxitos del pasado, como “Santiago” (una de sus favoritas), «Caravanserai«, «The mummer´s dance«, «The lady of Chalotte” o “Hurone beltane fire dance“, y de nuevo “Morrison’s” para acabar. Con más de 16 millones de ejemplares vendidos, McKennit nos contó unas horas antes que los próximos meses su objetivo principal es replantear su carrera / negocio dada la situación actual. Desde luego, nada de nuevo disco en 2013. Nos alegramos mucho de que, después de la tragedia sufrida en 1998, cuando su pareja perdió la vida en un accidente acuático, ella encontrara la fuerza necesaria para seguir adelante, transmitiendo esa magia única que nos hace sentir como en una alfombra voladora.Loreena McKennitt. Fotografía Kontxi DíezEl viernes 28 tuvo lugar la gran Fest-Rocklocal. Con los lógicos problemas técnicos de sonido por albergar a más de 60 músicos a tan alto volumen en una carpa cerrada, el rockero bretón Red Cardell y la Bagad Kemper hicieron temblar el suelo bajo nuestros pies. Con un público enardecido, la banda local embajadora de la Bretaña francesa -en dura competencia con la Lann Bihoué de Lorient- hizo vibrar al respetable durante más de 2 horas. Curiosa y potente combinación.

Sábado 29: Tri Yann es un grupo difícil de calificar. Recomendaría verlos al menos una vez aunque, cuando tocan en casa, el espectáculo requiere dominar el idioma galo, ya que una parte importante del mismo es hablado (mezcla de leyendas, historia e invención).Jean-Louis Jossic es el líder y “narrador” de esta banda de ocho componentes. El 2012 es el año de su 40 aniversario y el festival les rindió homenaje. Su último disco, Le concert des 40 ans, chantons sous la pluie, también hace referencia a la celebración. En él se aprecia, por la foto, el curioso vestuario tipo circense que los bretones lucen en el escenario. Estrambóticos sombreros acompañan la escena en un show potente y una curiosa mezcla de instrumentos modernos y antiguos en la que el psalterio, la flauta y la mandolina comparten espacio con teclado, batería, guitarra eléctrica y violínTri Yann. Fotografía Konxi DíezSonerien Du, también celebrando su 40 cumpleaños, remató la noche en el Gradlon. Con el bajista Jean-Pierre Le Cam como único miembro original del grupo, se hicieron acompañar de Tri Yann en los dos primeros temas y de una banda de gaitas hasta el final.

El concierto final de la carpa grande lo protagonizó Emir Kusturika y su No Smoking Orchestra. De gira por el mundo desde 1999, el serbio canta y tocala guitarra. El repertorio del ex-punk de Sarajevo incluye las bandas sonoras de sus películas (“Gato negro, gato blanco” o “La vida es un milagro” ) y la música que ha bautizado como “Unza Unza”, mezcla de country, marcha turca, clásica italiana, trompetas gitanas, sonidos de América del Sur, tecno-pop, punk balcánico y ritmos zíngaros. Ellos la consideran la música más importante después del reggae… A pesar de haber sufrido la censura en el pasado, la irreverencia persiste y “fuck the MTV” es una de las frases que Kusturika pidió repetir al público. Así mismo, hizo subir al público femenino para bailar y participar en una sesión de gimnasia.
Espace Evêché
El Espace Evêché es una carpa con capacidad para 600 personas con los laterales abiertos y bar en la parte trasera. A destacar en este escenario las actuaciones de Armel An Héjer, Breabach y Sylvain Barou & Stelios Petrakis.
Armel An Héjer, de origen bereber y bretón de nacimiento, es un cantante de voz cálida y muy personal que mezcla tradición e innovación en temas que aluden a la esperanza, el mal de amores, la nostalgia, los sueños o el exilio. El tono arabesco que trasluce lo hace diferente y atractivo.
Con un sonido dominado por las Highland pipes, la banda escocesa Breabach ofrece lo que se espera de un conjunto que incluye gaita, whistle, bouzouki, violín, guitarra y bajo. Reels y “step dance” para disfrutar de lo lindo.
El flautista francés Sylvain Barou y el prestigioso intérprete de lira cretense Stelios Petrakis se reunen con motivo del “Mor Kreizdouar Projekt” para ofrecer una interesantísima combinación de música de influencias mediterráneas, creando una formación única en su género.
Espace Saint Corentin
Junto a la catedral, en el escenario de Saint Corentin, se dan cita grupos locales y novedades a descubrir. A destacar: el dúo de Gilles Le Bigot y Gerry O’Connor. Le Bigot es conocido como guitarrista del grupo bretón Skolvan, pero también ha participado en Barzaz, Kornog o L’Heritage des Celtes. O’Connor es un gran violinista irlandés, creador de Skylark junto a Martin O’Connor y parte también de La Lugh. Ambos se conocieron en el seno de esta última banda, habiendo grabado ya como duo. Dos virtuosos dignos de escuchar.
Y no queda más que esperar a la edición número 90 del festival Le Cornouaille y recomendar encarecidamente a todo el mundo visitar la ciudad y el festival el año que viene. El número redondo deparará seguro sorpresas agradables.

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