Café Central, Madrid
Heredero de su maestro, el recordado José Antonio Ramos, del que se le considera sucesor, Germán López se ha hecho por derecho propio un hueco entre los grandes timplistas. De su maestro ha heredado incluso a Andreas Prittwitz como productor de su tercer disco y a los excelentes guitarristas Jesús Parra y Antonio Toledo, que garantizan la solidez de la banda. Completan el quinteto dos músicos de largo recorrido: Iván Mellén en las percusiones y Fernando Anguita en el contrabajo.
La propuesta de Germán López se basa en la raíz de los palos típicos del folclore canario -isas, folías, tajarastes, polcas, malagueñas…-, pero revestidas de otros trajes, envueltas en el jazz y en los ritmos flamencos, brasileños, cubanos y africanos, con los que amplía horizontes para el timple. El músico absorbe todo de sus experiencias, ya sea un viaje musical a la isla senegalesa de Gorée o el recuerdo del abuelo cantando punto cubano, para luego convertirlo en música.
En el escenario, el quinteto fue desgranando las pequeñas joyas de su nuevo disco. Entre ellas, la alegre Polcaflamencá, baladas llenas de sensibilidad como Luz o maravillas como Canela y limón, una composición plena de frescura y cargada de aires flamencos y africanos. Pero es en la excepcional Malagueña Embrujada donde se concentra la esencia del proyecto de Germán López, la raíz y la modernidad. No olvida el timplista las melodías clásicas del folclore canario, que incluye aquí y allá como pequeños guiños.
En una noche mágica de música pusieron el contrapunto curiosas versiones de temas de Sting o Bob Marley y un artista invitado, el guitarrista Yul Ballesteros, que mantiene un proyecto aparte con Germán López.
No es extraño que los turistas, que cada vez pueblan más las mesas del Café Central, estuvieran tan sorprendidos como hipnotizados por la música que salía del escenario. Nosotros también lo estábamos.
Germán López, timple
Jesús Parra, guitarra, mandola, voz
Antonio Toledo, guitarra y voz
Iván Mellén, percusiones
Fernando Anguita, contrabajo
Fotografías: Carlos Monje