Sala Galileo Galilei, Madrid
El quinteto de jóvenes músicos, que desde un instituto del barrio madrileño de Canillas fundó el grupo en 1986, apenas duró unos años en los que dio vida a dos interesantes elepés. Enseguida comenzaron las salidas y entradas de músicos a la formación. De ese quinteto original salieron José María Climent y Rafael Martín, mientras permanecían en La Musgaña Jaime Muñoz, Carlos Beceiro y Quique Almendros.
Tras la grabación de Lubicán, uno de sus mejores trabajos, con invitados de primera como Luis Delgado y Manuel Luna, el grupo se estabilizó como trío y comenzó una etapa muy fructífera, la mejor de su historia, que llegó a su cima artística con la publicación de los discos En Concierto (un fijo en cualquier lista de los mejores discos de folk español) y Temas profanos.
Fue precisamente cuando se encontraban en plena vorágine de conciertos con ese trabajo cuando todo se vino abajo. Quique Almendros sufría un derrame cerebral que aún hoy le mantiene fuera de cualquier actividad y que a punto estuvo de llevarse por delante a La Musgaña.
Desde entonces, y como reza el título de uno de sus posteriores trabajos, muchas idas y venidas. Por el grupo pasaron excelentes músicos, como Diego Galaz, Sebastián Rubio, Jorge Arribas, Marta de la Aldea o Antonio Toledo, en formatos de cuarteto, dúo y quinteto e introduciendo instrumentación como violín, percusión, voz, guitarra… cambios y más cambios con distinto éxito, pero sin lograr un estilo definido.
Pues bien, llega 2018 y al dúo fundador Jaime Muñoz y Carlos Beceiro se une ahora Luis Antonio Pedraza, multi instrumentista zamorano de origen catalán con mucho trabajo en su haber en la música tradicional, que llega para aportar al grupo su voz, la gaita y sobre todo la flauta pastoril y el tamboril, instrumentos estos últimos que devuelven al sonido más recordado y afortunado de La Musgaña, el del trío que formaban junto a Quique Almendros.
Había bastante expectación ante la puesta de largo de esta nueva formación en la sala Galileo Galilei de Madrid que registró una entrada más que digna, pese a ser un lunes de la semana vacacional por excelencia en la ciudad. El grupo arrancó con Briana, un bello tema de Pedraza con el que dejaron sentadas las bases de lo que va a ser su nuevo sonido. Explicaba Jaime Muñoz fuera ya del escenario que han esperado hasta encontrar a alguien a la altura del vacío que dejó Quique Almendros, y por fin lo han encontrado en Luis Antonio Pedraza.
El trío desgranó algunos temas nuevos, pero también tiró de repertorio clásico con piezas que no habían vuelto a tocar en directo, algunas de ellas del aclamado disco En concierto, como Pasito a Paso, que en aquel disco cantaba Amancio Prada y que ahora canta Pedraza. De esta forma sonaron la Entradilla de Salmoral en homenaje a Los Talaos, un pasodoble de Tras os Montes, un brincao zamorano, un charro de Aliste, el famoso Picao de La Musgaña o la archiconocida Entradilla Segoviana.
En algunos momentos a dúo, Carlos y Jaime demostraron encontrarse en un magnífico momento artístico, ya sea con las zanfonas y la mandola el primero o con el acordeón, la travesera y el clarinete el segundo.
El concierto acabó con un bis que dejó flotando en el aire lo que podemos esperar de esta Musgaña, joven y veterana a la vez: una brillante interpretación de Bailes a lo pesao, que grabaron en el ya mencionado disco En Concierto, entonces en la voz de Manuel Luna, y que Pedraza defendió de manera muy solvente e interesante.
Ya hemos visto el directo de la actual Musgaña y nos ha convencido. Ahora esperamos ese disco que parece inminente y nos citamos en el mismo lugar el próximo 4 de enero para degustar el resultado.
Fotografías: Carlos Monje