Sala Galileo Galilei, Madrid. Fotografías Carlos Monje
La presentación corrió a cargo de Fernando González Lucini, quien entre anécdotas y recuerdos dio paso a la primera parte del concierto, en la que Javier Bergia actuó solo, acompañado de su guitarra. El cantautor nos regaló tres versiones de tres maravillosas canciones que bien pudiera haber firmado él mismo, pero que son piezas que forman parte de la mejor historia de nuestra música: Cuerpo de ola, de Hilario Camacho, y Laura y Niña Luisa, ambas de Rodrigo García, dos referentes tanto para Bergia como para nosotros.
En esta primera parte en solitario (una forma de presentación que nos encanta, pues Bergia es un excelente guitarrista) también escuchamos temas propios, como Por los mares de Cupido, con guiños a James Taylor incluidos, o Desnudos, sobre un poema de Juan Ramón Jiménez.
A partir de aquí comenzó el desfile de artistas para acompañar a Javier, desde Begoña Olavide -con quien se encuentra grabando un disco-, Cristina Minmiaga, que le acompañó con la voz en gran parte del concierto, Luis Delgado, Javier Paxariño, Jose María Climent, Yrvis Méndez, Ralph Santos, Joaquín Garli y María Rozalén. Todos ellos ayudaron a hacer un repaso por temas de la historia personal del cantautor, como La lluvia, Alhambra, Cedaceros 4 o Amelia, de Joni Mitchel.
Catorce canciones sonaron hasta que llegço el turno de Punto y aparte, el primer tema del nuevo disco de Bergia, del que también nos ofreció Melancolía, Retrato, Quijotesis y las impresionantes Malos Tratos y Silencio. En total, casi dos intensas horas de emotivas canciones, algunas de las cuales forman parte de nuestra biografía musical, y que se cerraron con dos bonitos bises: un emocionante Gracias a la vida con Javier Paxariño y la joven promesa María Rozalén y un fin de fieesta con todos los participantes cantando Lluvia, otro de los mejores temas del nuevo disco.
Que este mundo va al contrario es una evidencia que unas veces produce rabia y otras lástima. En esta ocasión las sentimos por todos esos medios de comunicación y personas que ignoran el arte y la belleza que encierra un concierto de artistas tan grandes como Javier Bergia. Mientras tanto los afortunados seguiremos disfrutando de su música.