Diariofolk

El álbum Za Górami, debut del trío compuesto por Alice Zawadzki (voz, violín), Fred Thomas (piano, vielle, percusión) y Misha Mullov-Abbado (contrabajo), se presenta como una de esas raras joyas que trascienden géneros y fronteras. Con un repertorio que recorre tradiciones folclóricas europeas, sefardíes y latinoamericanas, este trabajo es un delicado mosaico de música de cámara, jazz improvisado y canciones populares. Grabado en el evocador Auditorio Stelio Molo de Lugano y producido Manfred Eicher para ECM, Za Górami destila una intimidad sonora que parece transportarnos a un mundo donde el tiempo se suspende y cada nota cuenta una historia.

La interpretación vocal de Zawadzki, combinada con su habilidad instrumental, es el corazón palpitante del álbum. Su rango y expresividad destacan en cada pieza, ya sea en los melancólicos tonos de Arvoles Lloran por Lluvias o en la poderosa rendición del tema polaco que da título al disco. Su capacidad para alternar entre registros vocales y transmitir emociones universales en múltiples idiomas se ve enaltecida por la sutilidad y la generosidad musical de sus compañeros. Fred Thomas, con su piano minimalista y su incursión en el vielle, aporta una textura única, mientras que el contrabajo de Mullov-Abbado sostiene y enriquece el entramado sonoro con una precisión casi invisible, pero esencial.

El repertorio del disco es un viaje emocional. Desde los ecos sefardíes de Los Bilbilikos y Nani Nani, que capturan la fragilidad y el anhelo, hasta la energía contenida en Suéltate las Cintas de Gustavo Santaolalla, el trío demuestra un respeto profundo por las tradiciones al tiempo que las reimagina con una frescura contemporánea. El arreglo de Thomas para el poema Gentle Lady de James Joyce es un ejemplo perfecto de cómo la poesía y la música pueden entrelazarse para crear algo etéreo y profundamente conmovedor.

Si bien el enfoque sobrio y contemplativo del álbum podría percibirse como austero para algunos oyentes, esta es precisamente su fortaleza. Cada pausa, cada espacio vacío, cada detalle cuidadosamente considerado contribuye a un ambiente cargado de introspección y belleza. La grabación, cristalina y precisa, permite que los matices de las interpretaciones brillen, reforzando la sensación de que estamos ante un trabajo profundamente meditado.

En su conjunto, Za Górami es un debut que establece un nuevo estándar para la música que trasciende las etiquetas. Es un testamento a la creatividad colectiva de tres músicos excepcionales y a su habilidad para escuchar, entender y transformar sus influencias en algo genuinamente único. Este álbum no solo celebra la tradición, sino que también demuestra cómo el arte puede conectar pasado y presente en una experiencia sonora inolvidable.