Diariofolk

En su nuevo álbum Viatger, Miquel Gil nos ofrece un viaje sonoro que no solo explora la tradición musical de Valencia y Baleares, sino que también se aventura hacia nuevos territorios con una mirada fresca e innovadora. El disco, que marca un hito en su carrera, se aleja de la nostalgia para abrazar la contemporaneidad, fusionando elementos de la música electrónica con la sonoridad orgánica que ha caracterizado siempre su estilo. A través de una colaboración estrecha con el productor Nelo Alfonso, Gil ha logrado un equilibrio entre lo digital y lo tradicional, creando un sonido que podría definirse como una «artesanía musical del siglo XXI».

Uno de los aspectos más destacados de Viatger es su capacidad para reinventar las formas tradicionales sin perder su esencia. El álbum incluye tanto composiciones propias como revisiones de clásicos de su repertorio y algunas joyas de la música popular, como «Sa Serena» y «Cecília». A lo largo de los diez temas, Gil muestra su habilidad para jugar con las texturas sonoras, desde las bases electrónicas densas y complejas hasta los momentos más minimalistas, donde se aprecian el detalle y la intimidad de su voz acompañada por instrumentos como la guitarra y el pandero. Este contraste crea una experiencia auditiva rica y variada, que invita al oyente a sumergirse en un mundo de complejidad emocional y sonora.

La incorporación de la tecnología digital en su música no es solo una cuestión de modernidad estética, sino una declaración de principios de Gil, quien se niega a caer en la trampa de la nostalgia. El tema que da título al álbum, «Viatger», resume perfectamente este espíritu: una reflexión sobre el paso del tiempo y la importancia de vivir el presente. Lejos de quedarse atrapado en su legado, el músico valenciano abraza la experimentación y se siente motivado por las nuevas sonoridades que ofrece el siglo XXI. La electrónica no es una simple moda, sino una herramienta que democratiza la música, una idea que Gil explora con valentía en este disco.

Viatger es un disco que habla de la vida, de la experiencia y del deseo constante de aprender y evolucionar. Miquel Gil no solo ha creado un álbum que fusiona tradición y vanguardia, sino que también ha ofrecido una reflexión sobre la relevancia del presente en tiempos en que el pasado parece tener cada vez más peso. Con su imponente voz y su capacidad para reinventarse sin perder su identidad, Gil reafirma que, a pesar de los años, sigue siendo un creador inquieto, que tiene mucho que decir y que lo dice de manera magistral. Viatger no es solo una obra musical, es un manifiesto vital de un artista que continúa su viaje, sin rendirse, ni permitir que el silencio postmoderno lo apague.