Diariofolk

Último disco de los guipuzcoanos Briganthya, una banda nacida a principios de este siglo, que cuenta con una nueva formación surgida en 2017, año en que relanzan su carrera, tras algún tiempo de ausencia de los escenarios. Y vuelven a la actividad discográfica con un muy interesante trabajo donde mezclan sus dos grandes influencias musicales, la música tradicional del País Vasco y la celta, gracias a la perfecta conjunción de David Fernández, acordeón y Dani Conde, whistles y gaita, la sólida base de la banda. A ellos se unen Edu Andérez, guitarras eléctrica y acústica y Eneko de la Fuente, bodhran, percusiones, acordeón y voz. Cuentan, además,  con la colaboración del músico gallego Fernando Barroso, que toca la mandolina en dos temas.

Samhain es la fiesta pagana más importante del calendario celta. Dividía el año en dos mitades, una de luz y otra de oscuridad, la última cosecha y el reinicio del ciclo de la tierra. Y por eso han titulado así este trabajo, el final de un ciclo y el principio de uno nuevo.

Briganthya inicia una nueva andadura en forma de cuarteto. Fue a mediados del año 2000 cuando ocho jóvenes músicos de Beasain descubren el folk y se sienten inmediatamente fascinados por la música irlandesa y escocesa. Poco a poco van sumando las melodías de origen asturiano, gallego y por supuesto, vasco, a una incipiente carrera que se traduce dos años después en su primer disco, Ashéra. Tres años más tarde editan el segundo, Viaje de bruxas, en el que cuentan con la colaboración de Luar na Lubre, una de sus principales referencias. En 2011, tras varios cambios en la banda original, se incorpora la cantante Maialen Errotabehere; posteriormente hay un parón hasta que en 2017 regresan con la actual banda y cuyo resultado es este disco tan imbuido de esencia “celta”