La petita casa de mi mateix
Satelite K, 2017
Con motivo de la grabación de su décimo disco en solitario, Eduard Iniesta ha ofrecido la producción más ambiciosa de su carrera, que ya alcanza los 25 años. La petita casa de mi mateix (“La pequeña casa de mí mismo”) es un encargo de la Orquestra Nacional Clàssica d’Andorra (ONCA), dirigida por Gerard Claret, que nos da una nueva visión de la obra de este guitarrista especializado en los instrumentos de doble cuerda.
A partir de un simple verso de su “poeta de cabecera”, Joan Vinyoli, Iniesta se sumerge -y nos sumerge- en un universo que sin abandonar la atmósfera mediterránea que ha gobernado toda su trayectoria, entronca con las formas de la música clásica y al mismo tiempo con los contenidos de la contemporánea, sin olvidar algunos sutiles matices de jazz y de pop, ni tampoco esa tensión que de tanto en tanto aflora en su repertorio.
Por primera vez, el músico barcelonés ha hecho un disco completamente instrumental, con composiciones y orquestaciones propias, entre las cuales destaca el tema inicial, Trenclacosques (Rompecabezas), dedicado al simbolismo del otoño y que lo visualizas como si formara parte de una banda sonora cinematográfica. También hay un par de cortes basados en unos legendarios personajes fantásticos, los “minairons”, de la sierra del Cadí y otro más inspirado en Ivan Ivánovich, un personaje del escritor ruso Anton Chékhov.
A lo largo del CD las cuerdas de los catorce instrumentistas de la ONCA brillan junto al sólido grupo -Antonio Sánchez (percusión étnica), Robert Armengol (percusión clásica) y Miquel Àngel Cordero (contrabajo)- que acompaña al líder, que en esta ocasión también toca la guitarra eléctrica, además del baglamas, el laghouto y el bouzouki.