La medida de lo imposible
Profana Producciones 2016
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El cantautor Juan Vattuone es uno de los referentes de la generación de tangueros que surgió en la Argentina en la década del noventa; un faro para los que, después de la dictadura de 1976-1983, buscaban escribir nuevas letras de tango atravesadas por la realidad, fuera de los tópicos que encorsetaban al género. Artista netamente popular, intuitivo, Vattuone mamó el tango desde su infancia y compartió escenarios con artistas tan renombrados como el Polaco Goyeneche, Nelly Omar, Horacio Ferrer, Adriana Varela, Hugo Díaz, el Chango Farías Gómez, Alberto Marino, Floreal Ruiz, Rubén Juárez, León Gieco, Miguel Cantilo y varios más. Él mismo se define como «uno de esos hijos deformes que va teniendo el tango, que es una madre que va a ser eterna, y por eso los cría igual», aludiendo así a su imagen tan alejada de los estereotipos del «dos por cuatro».
Jorge Zima es una suerte de artista renacentista: músico, compositor de bandas sonoras, cineasta, autor y director teatral, docente, gestor cultural y cantautor con dos discos editados en su haber.
Según se cuenta, Vattuone y Zima se conocieron durante la inauguración de La Vaca Profana, el club cultural de Buenos Aires fundado por este último, cuando los presentó el inefable Horacio Fontova.
A partir de entonces desarrollaron una complicidad que, en lo musical, se plasma ahora en el CD La medida de lo imposible, un encuentro entre dos artistas muy diferentes, pero con una mirada sobre la realidad que coincide en la ironía, el humor, y en el lugar que le asignan a la canción.
La medida de lo imposible no es estrictamente un disco de tango. De hecho, hay en la placa retazos de bossa nova, bolero, blues y hasta de salsa y rumba flamenca, con un tratamiento que en algunos temas –como Tipos normales, la pista que lo inicia– remite al colectivo humorístico-musical Les Luthiers. Pero el espíritu que palpita en toda la obra es el del tango. No el tango de la nostalgia, la añoranza y el desengaño amoroso, sino el que observa el entorno con una visión crítica y sarcástica, que retoma el camino inaugurado por el incomparable Enrique Santos Discépolo, aunque en este caso con un aliento que no clausura la esperanza. ¿O acaso no remiten estos versos al gran Discepolín?: «Si a la misa van los pungas / los tristes y los otarios / y la monja en el rosario / campanea al cardenal».
A lo largo de los trece temas del álbum y un bonus track, el timbre agradable de Zima y la voz áspera, gastada y arrabalera de Vattuone se combinan con la misma química precisa que sus personalidades para recorrer juntos canciones compuestas por uno y por el otro, por ambos y hasta por un tercero (como la acertada inclusión de la hermosa Para que los gorriones vuelvan, de Alejandro del Prado) en una fusión tan perfecta que hace difícil distinguir a quién corresponde cada tema.
Con un lenguaje que refleja con naturalidad el habla actual de los porteños (sin desdeñar el lunfardo tradicional ni el empleo de malas palabras cuando es necesario), las canciones de Zima y Vattuone, en lugar de enarbolar un dedo acusador, optan por el humor filoso y la ironía para criticar temas y actitudes que no por ser actuales dejan de ser universales y hasta atemporales: la hipocresía de los discursos políticos, el individualismo exacerbado (Yo yo), la simulación que localmente se conoce como «careteo» (Ojo con los chabones que se peinan en los baños), la venalidad de ciertos funcionarios (Uno de los nuestros), la manipulación que ejercen algunos comunicadores (magistralmente ilustrada en El Grondosarlo, un monstruo imaginario cuyo nombre hace referencia a dos personajes mediáticos de la Argentina) y, por supuesto, la omnipresente influencia del «poderoso caballero» (Dinero, que incluye el recitado de versos del poema Lo que puede el dinero, del Arcipreste de Hita). Y le dan la última pincelada a su retrato de la realidad con la destacable Reivindicación de la grieta, un llamado a tender un puente entre las diferencias que nos separan, pero asumiéndolas, no borrándolas por decreto. «Dale, no te quedés / del otro lado de la grieta / dale, que te esperamos / lo que no suma, resta». Toda una declaración de principios de dos artistas que eligieron resistir la mediocridad con esperanza, sentido del humor y la ironía como antídoto contra el veneno de la indiferencia.
Listado de temas:
- Tipos normales (Jorge Zima)
- Mala intención (Jorge Zima)
- Soy del Río de la Plata (Juan Vattuone)
- Yo yo (Jorge Zima)
- Nunca me voy a quedar tranquilo (Juan Vattuone)
- Él (Juan Vattuone)
- Ojo con los chabones… (Juan Vattuone)
- Uno de los nuestros (Jorge Zima)
- El Grondosarlo (Jorge Zima)
- Dinero (Jorge Zima)
- Yo quiero una vida ma´mejor (Juan Vattuone)
- Para que los gorriones vuelvan (Alejando del Prado)
- Reivindicación de la grieta (Jorge Zima)
Gracias Fernando por tu comentario tan acertado, como siempre, con ese algo de duende que nos da la mano para alcanzar lo que nos conmueve. Un abrazo a vos, a Zima y a Juan Vuattone (mi primer compositor, lo llevo y lo llevaré por siempre en mi alma).
Gracias a tí, Liliana, por seguir nuestos comentarios.
¡Agradezco tus palabras Fernando! Nosotros, con Juan, estamos muy contentos con el disco y estamos terminando de descubrirlo a partir de las actuaciones en vivo, con la devolución del público, y también por miradas sensibles e inteligentes como la tuya. Un placer percibir que estamos teniendo cómplices con nuestra propuesta. Saludos!
Por nada, Jorge, un placer difundir la música que nos gusta.
Soy de Tucumán y quiero saber cómo puedo conseguir este disco. Gracias
Hola, Hugo. Para conseguir el CD te sugiero ponerte en contacto a través de Facebook con Jorge Zima o Juan Vattuone, o a través del perfil Vattuone Zima.