Diariofolk

Con cuentagotas nos van llegando los trabajos discográficos de Jaime Lafuente. Ya queda lejos ese año 2011 que nos trajo el interesante trabajo de Caracol andador, el proyecto musical en el que recreaba el repertorio de Lorca y La Argentinita junto a otros músicos, entre los que se encontraba Jesús Ronda, su inseparable compañero. Juntos nos presentan ahora su nuevo disco De pícaros y picardías.

En este trabajo, Lafuente y Ronda recogen una impecable colección de piezas sobre temática sicalíptica procedentes de cancioneros. La visión popular de este repertorio picaresco, muy abundante en nuestra tradición, está cargada de ironía, humor, dobles sentidos y lecturas entre líneas. Seguramente a estas alturas del siglo XXI todo ello nos parezca inocente, pero siempre es un buen ejercicio poner las cosas en su contexto para valorarlas mucho más.

No es la primera vez que Lafuente se acerca a este tipo de canciones populares, no olvidamos el divertido Milagro de San Dimas de su disco en solitario Divergente, o a Rosina la Cantinera, tierno personaje al que cantaba el grupo Tradere –del que formaban parte Jaime Lafuente y Jesús Ronda- en aquel gran trabajo llamado Andar Andola.

Por supuesto, no faltan las canciones con personajes del clero, que siempre dan mucho juego (Los frailes de la piedad, El cura y la criada, o El cura de Salmoral), las molineras que cobran la maquila en carne o las “malísimas” esposas que adornan la frente de sus maridos ausentes.

Nada que no se haya cantado ya (verdadero especialista en esta temática siempre ha sido el grupo Candeal), pero que en el buen hacer de las voces de Jaime Lafuente y las cuerdas de Jesús Ronda siempre es un auténtico placer escuchar para volver a sonreír. Ya se sabe, “la jodienda no tiene enmienda”.