Calma
Disco trashumante 2016
Una voz dulce y aterciopelada nos recibe cuando comienza a girar esta placa. Una voz que, en ajustada correspondencia con el título del disco, transmite calma.
La voz en cuestión es la de la Carla Cantore, una joven cantante, multi-instrumentista y compositora argentina de apenas 28 años, pero portadora de una sólida formación musical que incluye muchos años de estudio con importantes maestros de su país, de Alemania y de España, país este último donde se está presentando en estos días.
Calma es su tercer disco de estudio, luego de Mentiras Criollas (2011), grabado junto a Gonzalo Pereira en formato dúo de guitarra y violonchelo; y Ser tiempo (2013), en el que participaron como artistas invitados sus compatriotas Raly Barrionuevo y Juan Iñaki. Esta vez, Carla contó nuevamente con la participación de Barrionuevo en una de las pistas, Caminante de las estrellas, y en la coprodución del disco. Sumó también a los reconocidos músicos chilenos Magdalena Matthey y Nano Stern, con quien hace un aceitado dúo en La claridad.
Como en sus trabajos anteriores, Carla vuelve a abrevar en el folclore argentino y latinoamericano, como lo denota la inclusión de instrumentos como el bombo legüero, las quenas y el ronroco, que combina armoniosamente con los clásicos y los más contemporáneos. En esta ocasión el material del disco está integrado en su totalidad por composiciones propias, a excepción de la emotiva Noche, de Manuel J. Castilla y David Zamar, y si bien continúa enmarcado dentro de la música de raíz folclórica, se advierten las influencias del tango y la música clásica que la artista fue recogiendo a través de su búsqueda y de una vasta formación que incluye estudios de violín, saxofón, canto, guitarra clásica y guitarra flamenca.
En resumidas cuentas, una propuesta sonora fresca y un repertorio de calidad homogénea que configuran un disco ideal para bajar los decibeles después de un día agitado.