Árboles lloran por lluvia
ECM New Series 2014
Afortunadamente existe un pequeño espacio en el que sobreviven las músicas diferentes, las creaciones verdaderamente distintas y personales que no encajan en ninguna de las etiquetas habituales.
Este es el caso de Árboles lloran por lluvia, ecléctica y bellísima composición de la estonia Helena Tulve, que hunde sus raíces a partes iguales en la música antigua, en la música culta contemporánea y por supuesto también, y por encima de todo, en su propio universo interior.
Las composiciones agrupadas en este CD han sido registradas en directo en Estonia, en distintas iglesias de Tallin, así como en el auditorio nacional de este país. La calidad del sonido es magnífica, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados el sello ECM.
La música de Tulve concede el máximo protagonismo al sonido en sí mismo, por encima de la estructura. Las composiciones del Árboles lloran por lluvia, de carácter predominantemente vocal, fluyen casi siempre carentes de ritmo. Las estructuras musicales y los compases claramente identificables brillan por su ausencia. De alguna manera, podríamos decir que la música de Árboles parecen lluvia parece, en ocasiones, deliberadamente insustancial.
La tímbrica, la textura de los sonidos y las sonoridades de reminiscencias orgánicas son sin embargo elementos fundamentales de una obra que nos envuelve en un espeso éter, en el que todo es introspectivo, intimista y mesurado. Los sonidos más reconocibles en esta obra nos recuerdan al canto gregoriano y a ciertas tradiciones vocales de Oriente Medio.
En cuanto a la interpretación, el trabajo de las distintas formaciones orquestales y corales es sobresaliente. En el plano individual, destacan sin lugar a dudas las magníficas intervenciones solitas de la soprano Arianna Savall.
Una música distinta y particular que evidentemente no puede gustar a todos los públicos, pero que realmente merece una escucha atenta y reflexiva.
Contenido:
1. Abre tu puerta serrada
2. Erotokritos
3. Dame la mano, palomba
4. Y’ala Y’ala
5. Arboles lloran por lluvia