Diariofolk

Es probable que conozcáis Snarky Puppy, la banda instrumental estadounidense especializada en el jazz capaz de interpretar y fusionar este género con cualquier otro. Destaca por sus memorables melodías, sus tensas armonías y su riqueza rítmica fruto de poseer entre sus filas a unos extraordinarios músicos que sienten la música como algo vivo, que se mezcla y evoluciona.

Gran parte del éxito de esta banda es debido al trabajo de su líder, Michael League, que además de componer y ser la cabeza de Snarky Puppy, también es el fundador y director del sello discográfico fundado en 2012 que acoge los discos de esta banda, GroundUp Music. En este sello conviven diferentes formaciones -en varias de ellas como Banda Magda, Bokanté, Forq o Becca Stevens también toca Michael- que aunque tienen un pie en la música norteamericana -Michael nació en California- muchos satélites giran en órbitas musicales de todo el mundo. Para exhibir los trabajos que están desarrollando las bandas que residen bajo este sello, una vez al año se celebra el GroundUp Music Festival en el cual, durante un largo fin de semana, los diferentes grupos actúan para sus seguidores.

Este músico, productor y compositor de 37 años -me refiero a Michael League- es un incansable estudioso e investigador de músicas tradicionales y de raíz de diversas culturas. Ya en 2013 Snarky Puppy realizó un disco -Amkeni- con el músico burundés Bukuru Celestin en el que fusionaba el jazz que había estudiado en la University of North Texas con la música tradicional del este del continente africano. En los últimos años ha estado trabajando con los ritmos y armonías de Marruecos y Argelia, interesándose mucho por los instrumentos de percusión -hasta el punto de sustituir eventualmente su instrumento, el bajo, por percusiones varias- y ha colaborado con músicos de Portugal como la cantante de fado Gisela Joâo.

Desde hace unos años, Michael League, está viviendo en Prats, un pueblo muy bonito de Cataluña de unos 450 habitantes. Desde ahí ha generado su material más reciente. Además de todos los proyectos anteriores, desde 2021 trabaja en solitario creando canciones en las que escribe las letras, compone e interpreta todos los instrumentos, incluida la voz. Acompaña sus canciones con vídeos llenos de narrativa, bonitos, frescos, que complementan muy bien su música. Muchos de las canciones que ha grabado con Snarky Puppy -o con cualquiera de las otras bandas en las que participa- han sido grabadas en directo, en una única toma, y han estado apoyadas por el medio audiovisual. Se puede decir que ha apostado por este medio desde sus inicios.

Pues bien, vamos a lo que nos interesa. Para los días 18, 19 y 20 de junio, este incansable creador, ha organizado el Virtual GroundUp Music Festival. Ha sustituido Miami Beach, el lugar habitual donde se ha celebrado el festival -presencial- los cuatro años anteriores, por Prats, el pueblo catalán en el que reside actualmente. Para ello ha reunido a algunos de los músicos y bandas de su sello discográfico y les ha sumado grandes nombres de la península ibérica para ofrecernos algo diferente que saborear. Percusión ibérica, flamenco, jazz y música tradicional de Galicia entran en la cocina de Michael League para ofrecernos nuevos sabores.

Los conciertos comienzan el viernes con la actuación de Rita Payés i Elisabeth Roma, Antonio Lizana Flamenco Trío y Sofía Ribeiro. El sábado actúan Bill Laurance & Michael League, Coetus y Banda Magda. El domingo, Gisela Joâo & Justin Stanton, Jorge Pardo, Daniel Casares y Michael League Super Trío, Fransy González, Davide Salvado e Cibrán Seixo y la actuación de Liceu Blam Collective formación que dirige el propio Michael League y que está conformada por alumnos del Conservatorio Superior del Liceu.

Debido a la situación del coronavirus, el estival está organizado de tal manera que a los conciertos sólo pueden asistir en persona la gente que reside en Prats. Todos los que quieran verlo en directo tendrán que pagar su entrada virtual. Los conciertos se retransmitirán los días 18, 19 y 20 de junio vía internet a partir de las 20:30. Además de los conciertos habrá talleres con la gente del pueblo en los que se enseñará, por ejemplo, a cocinar platos típicos del lugar. El precio de la entrada es de 34 dólares (28€) un día o 99 dólares (82€) el bono de los tres días. Hay que decir que, a priori, no parece un precio accesible para todo el mundo -no olvidemos que es una entrada virtual- pero hay que entender que organizar este tipo de evento, pagar a los músicos y todo el equipo de cámaras y técnicos que tienen que hacer posible que suene bien y retransmitirlo en directo vía web, no es fácil ni barato.

En fin, una propuesta muy seductora para estos tiempos de pandemia que lleva música de gran calidad, con formaciones tal vez únicas para el evento -como el concierto de Jorge Pardo, Daniel Casares y Michael League Super Trío- a poblaciones pequeñas. Y de ahí a todo el mundo. Una ocasión de conocer lo que este creador hace con la música que tenemos más cerca. Un regalo.