Negro che, negro usted
Sura 2020
En 2006, el argentino Alberto Masliah dirigió Negro che, una película documental que, con el subtítulo Los primeros desaparecidos, indagaba en la lucha de los afroargentinos contra la invisibilización a la que han sido sometidos durante siglos por la historia oficial. Más de una década más tarde, como una derivación de aquella película, se grabó en los estudios de la misma productora de Masliah, Sombracine, y con la producción musical y dirección artística de Mariano Agustín Fernández, este trabajo discográfico.
Negro che, negro usted es un proyecto colectivo del que participan músicos afroargentinos y reconocidos instrumentistas de la ciudad que propone un rescate de la música negra de Buenos Aires. Como lo aclara el subtítulo de la placa, Postales de una Buenos Aires negra, el trabajo busca demostrar cómo la música de los esclavos traídos de África explica no sólo el candombe, sino también buena parte del tango, la milonga y otros ritmos folclóricos argentinos.
El disco tiene como protagonistas principales a las voces de Carmen Yannone y Domingo Delgadino sobre la base percusiva de la Familia Guariló, los mismos músicos afroargentinos que protagonizaron la película en 2006, que han vuelto a reunirse para interpretar tanto obras anónimas tradicionales –que se transmitieron oralmente de generación en generación– como para versionar a compositores argentinos y latinoamericanos que forman parte de la cultura de los afrodescendientes. A ellos han sumado su aporte destacados artistas invitados como La Delio Valdez, Minino Garay, Facundo Guevara, Oscar “Pocho Porteño” Vega, Pedro Rossi, Toño Arroyo, Diana Arias, Mario Gusso, Francisco Huici, Juan Cruz de Urquiza, Taty Calá, Daniel Ruggiero, Martín Morales y Leandro Jimeno.
La placa también homenajea, a través de Tango Patagones, al más famoso de los payadores bonaerenses de principios del siglo XX, el mítico Gabino Ezeiza, del que muchos ignoran que era negro.
El nombre del disco (y de la película), merecen una explicación: “Negro che” y “Negro usted” era como se llamaban entre sí los negros porteños. El primer caso identificaba a los que no renegaban de su origen, mientras que “Negro usted” se les decía a los que querían ser vistos como blancos, pensando que de esa forma ascendían socialmente. El verse negro o no, entonces, delimita el territorio y la comunidad con la que trabaja este disco a través de sus diez tracks.
Negro che, Negro usted deja en evidencia que esa historia cercenada, tergiversada y silenciada de los afrodescendientes en la Argentina sigue haciéndose oír en el canto y el tambor que laten en milongas, candombes porteños, milongones, aires de son y rumba con sabor jazzero que llegaron con los esclavos negros desde el Caribe al Río de la Plata y se mezclaron con elementos europeos e indígenas.