Los nombres del tango (I), por Sergio Zeni

08/07/2012
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Javier Martinez licencia Creative Commons vía FlikrJavier Martinez licencia Creative Commons vía Flikr

Primera entrega de una guía para asomarse a este apasionante género musical: El Negro Casimiro, Rosendo Mendizábal, Carlos Posadas, Enrique Saborido, Juan Maglio. Complementada con Tangos al pie de la letra, una selección de textos de tangos.
“El Negro Casimiro”. De entre los múltiples músicos que pueblan la prehistoria del tango –repleta de personajes legendarios y marginales– surge la figura del violinista y prolífico compositor Casimiro Alcorta, nacido alrededor de 1840 y conocido popularmente como “El Negro Casimiro”. Poco conocemos de los tangos que compone Alcorta ya que su autoría jamás llega a ser registrada. Sí sabemos que algunas de sus piezas –con el añadido de algún arreglo o alguna letra– son luego firmadas por otros autores, como es el caso de “Cara sucia” (originalmente, “Concha sucia”*). Como escribe José Gobello, “no pocos tangos firmados por músicos ilustres no son sino viejas melodías anónimas, convenientemente arregladas. Alguien escribió aquellas melodías. Sus anónimos autores –músicos de las academias**, según todo lo indica- fueron los verdaderos padres del tango. Al parecer el más representativo de todos ellos fue el negro Casimiro. Por eso, no resulta arbitrario decir que el negro Casimiro fue el padre del tango”.
* Coño sucio. Algunos títulos de aquellas composiciones se caracterizaban por su procacidad.
** Las academias eran salas clandestinas en las que se interpretaban tangos, se bailaba y se favorecía la prostitución. En aquellos años el tango estaba prohibido y bailarlo tenía penas de cárcel.
“Cara sucia” por la orquesta de Carlos Di Sarli.

Andá a lavarte la cara
que deslumbra como el sol.
Hasta el mismo San Antonio pecaría,
cara sucia, cara sucia,
confesándote su amor.
(De la letra de “Cara sucia” registrada por Francisco Canaro)
 
Rosendo Mendizábal (1868-1913). Es el más prestigioso pianista de las primeras casas clandestinas de tango. Su presencia es siempre requerida en Lo de LauraMaría la VascaLa vieja Eustaquia y La parda Adelina, pero también en los salones de la alta sociedad. Forma a otros pioneros como Enrique Saborido y Manuel Campoamor y algunas de sus composiciones comienzan a acercarse a lo que será la identidad musical del tango, ya libre de las fuertes influencias de la habanera, los tangos andaluces de las zarzuelas, la milonga, el candombe… Su composición “El Entrerriano” (1897) figura entre los primeros grandes éxitos del género junto a “El talar” (1895) de Prudencio Aragón, “Don Juan” (1898) de Ernesto Ponzio y “El sargento Cabral” de Manuel Campoamor y no son pocos quienes, como José Gobello u Horacio Ferrer, la consideran el primer tango propiamente dicho.
“El entrerriano”, por Oscar Alemán y Ubaldo de Lío.

  
Carlos Posadas (1874-1918). Compositor, violinista, guitarrista y pianista, Posadas nace en el seno de una de las pocas familias negras pudientes del Buenos Aires de aquellos años. A diferencia de la gran mayoría de los músicos pioneros del tango –casi todos de orígenes muy humildes, incluso, con frecuencia, de extrema pobreza– es un músico de conservatorio que no toca en piringundines (lugares de baile generalmente clandestinos ligados a la prostitución). Muchas de sus piezas musicales, al no estar al servicio de la danza y gracias también a la formación de Posadas, alcanzan una complejidad poco frecuente en una época en la que el tango es el baile de los compadritos (criollos llegados del campo a la ciudad). Esto le convierte en el precursor de la corriente llamada «evolucionista», línea estética que luego transitan ilustres nombres como Agustín Bardi, José Martínez, Roberto Firpo, Juan de Dios Filiberto u Horacio Salgán.
“El tamango”, de Carlos Posadas, por la orquesta de Aníbal Troilo.

 
Enrique Saborido (1877-1941). Pianista, compositor y bailarín nace en Montevideo, hijo de españoles, y a los cuatro años se traslada con su familia a Buenos Aires. Su composición “La morocha”, de 1906, tiene un éxito inmediato y llegan a venderse 10.000 copias de la partitura. En esta pieza de aires camperos, se aprecia la influencia que aún tiene el cuplé en algunos tangos de la época. Saborido también destaca como bailarín y abre sus propias academias de tango en París y Londres, las que deberán cerrar sus puertas con el estallido de la Gran Guerra.
“La morocha” (música: Enrique Saborido, letra: Ángel Villoldo) por Lolita Torres  http://youtu.be/KIO9tvltj-w
y en la versión de la orquesta de Carlos di Sarli

 
Juan Maglio, “Pacho” (1880-1934). Compositor, bandoneonista y director de orquesta nacido en Buenos Aires, Juan Maglio, conocido popularmente como Pacho (deformación de pazzo, loco en italiano) llega ser uno de los más exitosos representantes de la Guardia Vieja del tango con un estilo muy bailable. “Deme un Pacho” dice la gente que acude a comprar sus discos. Comienza a presentarse en público en 1899, sus primeras composiciones registradas son de 1912 y tres años después ya cuenta con éxitos como “Armenonville” y “Un copetín”. Posteriores son “Royal Pigall”, “Sábado inglés” y el vals “Orillas del Plata”. Por sus agrupaciones pasan músicos que posteriormente conocerán grandes trayectorias como Elvino Vardaro, Rodolfo Biagi o –con sólo quince años– Aníbal Troilo.
“Armenonville” por la Orquesta Típica Rafael Rossi

“Orillas del Plata” por la orquesta de Juan Maglio.


 

Tangos al pie de la letra

Amor absorbente de tirano, celoso de su voluntad dominadora.
Hembras entregadas, en sumisiones de bestia obediente.
Risa complicada de estupro.
Aliento de prostíbulo. Ambiente que hiede a china guaranga y a macho en sudor de lucha.
Presentimiento de un repentino estallar de gritos y amenazas, que concluirán por sordo quejido, en un chorrear de sangre humeante, como última protesta de ira inútil.
Mancha roja, que se coagula en negro.
Tango fatal, soberbio y bruto.
Notas arrastradas, perezosamente, en un teclado gangoso.
Tango severo y triste.
Tango de amenaza.
Baile de amor y muerte.

De “Tango” (1911) de Ricardo Güiraldes

 
Con este tango que es burlón y compadrito
se ató dos alas la ambición de mi suburbio;
con este tango nació el tango, y como un grito
salió del sórdido barrial buscando el cielo;
conjuro extraño de un amor hecho cadencia
que abrió caminos sin más ley que la esperanza,
mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia
llorando en la inocencia de un ritmo juguetón.
Por tu milagro de notas agoreras
nacieron, sin pensarlo, las paicas y las grelas,
luna de charcos, canyengue en las caderas
y un ansia fiera en la manera de querer.
Al evocarte, tango querido,
siento que tiemblan las baldosas de un bailongo
y oigo el rezongo de mi pasado…

De “El choclo” de Enrique Santos Discépolo y Juan Carlos Marambio Catán. 

Tango que fuiste feliz,
como yo también lo he sido,
según me cuenta el recuerdo;
el recuerdo o el olvido.
Desde ese ayer, ¡cuántas cosas
a los dos nos han pasado!
Las partidas y el pesar
de amar y no ser amado.
Yo habré muerto y seguirás
orillando nuestra vida.
Buenos Aires no te olvida,
tango que fuiste y serás.

 De “Alguien le dice al tango” de Jorge Luis Borges.
 
 

Hay 7 comentarios. ¿Quieres dejar el tuyo?

  1. Isabel Risques

    Um trabalho muito interessante. Fico aguardando as próximas entregas!

     
     
    • Sergio Zeni

      Gracias, Isabel. El mes que viene, más: Ángel Villoldo, Arturo Bernstein, Evaristo Carriego, Roberto Firpo, Agustín Bardi…

       
       
    • Diariofolk

      Para Diariofolk es un lujo contar con Sergio Zeni entre nuestros colaboradores, gracias Sergio y gracias Isabel por tu comentario

       
       
      • Sergio Zeni

        Gracias, DiarioFolk, por este diario regalo.

         
         
      • Isabel Risques

        Obrigada eu a DiarioFolk e a Sergio Zeni por este «Guía del Tango» . Os meus aplausos pelo critério cronológico adoptado apesar das limitações de espaço. Enhorabuena!

         
         
  2. Helena Penim

    Me encanta el tango desde bien pequeña, yo creía que conocía bastantes nombres, que bueno que hicieron estas entregas, enhorabuena a la revista y a su colaborador Sergio Zeni, por hacernos disfrutar con sus escritos.

     
     
  3. Gracias Sergio, por estes momentos tan lindos,.Te parabenizo por tu trabajo,…besitos,..!!

     
     

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