Es, sin duda, uno de los saxofonistas más potentes de la actual escena jazzística. Con solo 17 años, James Carter (Detroit, 1969) ya estaba haciendo giras junto a Wynton Marsalis y, poco después, pasó a formar parte de la banda del gran Lester Bowie. Tras haberse fogueado en el jazz neoclásico y en la vanguardia, se trasladó a Nueva York en 1988, llamando la atención en los escenarios de la Gran Manzana con su virtuosismo tanto al saxofón (barítonono, tenor, alto y soprano) como a la flauta. En los noventa se produce su ascenso definitivo con un puñado de deliciosos álbumes para Atlantic entre los que podríamos mencionar a The Real Quiet Storm (1995), Conversin’ with the Elders (1996) y In Carterian Fashion (1998).
Ahora, con 46 años y tras haber formado parte de proyectos tan destacados como el célebre World Saxophone Quartet, Carter llega a Barcelona un día después de presentarse en el Teatro Lope de Vega de Sevilla (dos únicas actuaciones en España). Con él, vuelven a nuestro país dos miembros de su quinteto: el pianista Gerard Gibbs (esta vez al Hammond B3) y el baterista Leonard King Jr., ambos también de Detroit.
La programación de abril del club de jazz de la Plaza Real se cerrará mañana, jueves, con Robyn Hitchcock, uno de los nombres más respetados del rock y el folk psicodélico anglosajón. En su madurez, y aún influenciado por Bob Dylan, John Lennon y Syd Baretta, Hitchcok combina la maestría melódica con una peculiar excentricidad lírica. Su universo vuelve a quedar reflejado en su último trabajo, The Man Upstairs, que ha recibido muy buenas críticas y que estrena ahora en Barcelona con su concierto en el Jamboree.
Más información en la web del Jamboree Jazz.