Cinco se titulará el próximo disco de Hexacorde, reconvertido en quinteto. Y cinco los temas que lo conformarán. Y será su quinto trabajo. Lo que permanece es su marcado carácter: bailables mesetarios del primer tercio del siglo pasado, en forma de brincao o fox, como lo atestiguan los dos primeros temas que han grabado. Hexacorde son ahora Héctor López, clarinete, batería y percusiones; Alvaro Aguilar, saxo tenor, dulzaina, batería y percusiones; Angel Goyanes, guitarra acústica y cistro, y las dos incorporaciones, Guillermo Soloaga, bajo eléctrico y voz, y Guille Manzanares, violín, la gran aportación a la banda, y batería.
El último disco editado por la Escuela de Folklore Plaza Castilla se podía adivinar, En solbemol, de 2021. Hace diez años editaron En fasostenido, y sobre un pentagrama tejen una reconfortante relación de amistad, profesores y alumnos, en torno a la figura de Fernando Llorente. En este disco nos encontramos polkas, jotas, charradas, pasodobles, valses, pero también danzas del Este, como la recreación que hace de la Danza húngara nº 5 de Johannes Brahms otro gran dulzainero, Javier Barrio. Otros ex de La Bruja Gata como Rafa Martín, Javier Palancar o José Ramón Jiménez también colaboran, junto a Diego Galaz y Álvaro Aguilar, entre otros.
La Escuela Municipal de Artes y Oficios de Vigo, más conocida como Universidad Popular se fundó en 1955. En 1996 se crea el Conservatorio de Música Tradicional, dirigido por Rodrigo Romaní, y en 2008 pasa a ser E-trad (Escuela Municipal de Música Folk y Tradicional de Vigo) encargándose de una amplia propuesta de interpretación musical, construcción de instrumentos o tecnologías aplicadas a la música. La dirige el arpista gallego, que fundó, además, la Orquestra Folk Sondeseu, compuesta por cincuenta y tres músicos, divididos en siete secciones: gaitas, zanfonas, percusión, requintas y flautas, arpas e instrumentos de cuerda, canto y violines. Su repertorio consta de temas procedentes de la tradición oral de la música popular de Galicia. En 2013 grabaron Danzas Brancas.
Y en el recuerdo, Milladoiro, donde comenzó a fraguarse la figura de Romaní. Su segundo disco se tituló O berro seco, de 1981.