En 2013 los riojanos Tündra grabaron un disco titulado Folk ancestro sideral, dentro de lo que podríamos denominar como prog folk. Claras influencias del folk nórdico y de la música tradicional castellana. Así, podemos escuchar polskas, alboradas y charradas.
En la fértil década de los noventa, el sello Resistencia editó una fantástica recopilación de emergentes grupos nórdicos que renovaron la música tradicional de sus distintos países. Se titulaba, muy acertadamente, Estrella Polar y en ella aparecían bandas como Hedningarna, Pirnales, cuyo instrumento principal es el kantele o los muy duros Hoven Droven, entre otros.
Y desde Escocia también llegaban entonces formaciones similares. Una de las más reconocidas fue Shooglenifty, con un fabuloso percusionista a la cabeza, James Mcintosh, que ya había pasado por Capercaillie. En 1994 grabaron su primer disco, Venus in tweeds, un verdadero aldabonazo a la música tradicional escocesa.