Zonda, folclore argentino, cuyo estreno se anuncia para el 28 de mayo en Buenos Aires, es un encuentro del director español con algunos de los mejores artistas de la Argentina y el riquísimo repertorio de un género que tiene la edad de los pueblos que le dieron origen. Un documento cultural al que Saura le suma su magnetismo y originalidad escénica con una apuesta formal hecha de luz y de sombras y la aparente simplicidad de unos decorados minimalistas, una estética lograda con los aportes de un destacado equipo de profesionales locales, entre los que sobresalen la dirección de fotografía de Félix “Chango” Monti (en línea con producciones similares del realizador) y la coordinación musical de Lito Vitale.
La acción se centra en las distintas regiones que conforman el mapa musical del país latinoamericano. Un mosaico conceptual y afectivo donde aparecen variantes musicales tan diversas como la zamba, el carnavalito, la chacarera, la copla, el chamamé, la tonada y muchas otras expresiones arraigadas en la geografía y en alma de las diversas comunidades de un vasto territorio. Zonda, folclore argentino cuenta con suficientes atractivos como para generar expectativas tanto entre los conocedores de la música argentina de raíz folclórica como entre que quieran asomarse a ella por primera vez .
El listado de artistas que participan en el filme cuenta con nombres como Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Liliana Herrero, Luis Salinas, Jaime Torres, Horacio Lavandera, Juan Falú, Vitillo Ábalos, Lucho González, Pedro Aznar, Lito Vitale, Mariana Carrizo, Peteco Carabajal, Verónica Condomí y Orquesta Popular Los Amigos del Chango entre otros. La banda sonora incluye piezas como Bailecito (C. Guastavino); Luna tucumana (A. Yupanqui); Vidala para mi sombra (J. Espinosa); Entre a mi pago sin golpear (P. R. Trullenque – C. Carabajal); Mi pueblo, mi casa, la soledad (Chango Spasiuk); Todo cambia (J. Numhauser); o La Telesita (A. Chazarreta – A. Carabajal).
“Siempre había tenido la espina de llegar a filmar sobre la música argentina –declaró Carlos Saura–, sobre todo por la riqueza de sus zambas y chacareras”.