
En este disco Lévid nos habla de la transparente inocencia infantil. Encontramos un tema contra la violencia de género. También hay un homenaje a la figura del dulzainero y del redoblante. Un recuerdo al oficio del resinero, casi olvidado pero que otra vez parece que resurge. Una mención para esto tan importante que nos alimenta el alma como es “el cante y el baile”. Encontramos también un tema que habla de esta pandemia que tanto está afectando a los músicos.
En el disco, Lévid ha contado con colaboraciones excepcionales, músicos amigos que enriquecen sus melodías: Francisco García Olmedo, José Climent, Héctor López Bernardo, Juan José Robles, Carmen María Martínez Salazar, Luis Ángel Fernández y los músicos habituales de “LÉVID cuarteto FOLK”. Además , Gabriel Calvo hizo el prólogo y Chuchi Guerra las fotografías.
Para este disco, se lanzó una campaña de mecenazgo con muy buena acogida, llegándose al objetivo rápidamente.