Más conocido como El Amir, el músico alemán de ascendencia palestina y colombiana, acaba de publicar su último disco, titulado Andalucía. El guitarrista flamenco lo ha dedicado a cada una de las provincias andaluzas, representándolas a través de distintos palos: rumbas, siguiriyas, sevillanas, granaínas, alegrías, soleás, mineras, tangos y una nana. A pesar de la variedad de géneros musicales que atesora, es en el flamenco donde destaca. Ya lo demostró en Pasando por tabernas (2006) su primer disco, pero fue sobre todo en el siguiente, 9 guitarras, de 2013, donde encontró definitivamente su camino. Eso no es óbice para que colabore en otros proyectos, como en el último espectáculo de Hans Zimmer, The world of Hans Zimmer.
Pero no solo hay flamenco en Andalucía; también existe un rico folklore desgraciadamente eclipsado por aquel. Eso bien lo sabe Eliseo Parra, que en trabajos como Tribus Hipanas (1998) y El man sur, de 2015, abordó las seguidillas en su clásico Van por el aire, o unas alegrías, ambos estilos que hunden sus raíces en el acervo popular fuera de Andalucía. Nadie mejor que él para comprender que la música tradicional no entiende de fronteras.
Pero sin duda, el ejemplo más valioso lo encontramos en Andaraje, que desde 1972 trabaja en la investigación, renovación y recreación del folklore andaluz. Es en Anónimo y popular, uno de sus más importantes discos, donde mejor aparece reflejada esa ingente labor. Con Jesús Barroso y José Nieto a la cabeza, han dado forma a la Cita con la Música Folk de Jódar, considerado el Festival más antiguo del Sur de Europa, y que aún hoy se celebra.