Diariofolk

El carismático trio aragonés presentó en Madrid un adelanto de su nuevo disco, así como las piezas de sus dos discos anteriores, bien conocidas por el público, apasionado por esa banda ingeniosa que interpreta la música klezmer con el alma y espíritu inigualable.

Desde el primer tema, los espectadores acompañaban a los instrumentistas con palmas, señalando su aprecio por cada muestra de habilidad de estos músicos talentosos. Así, no pasó desapercibida la capacidad de Juan Luis Royo de soplar el clarinete sin respirar durante unos momentos sorprendentemente largos, ni tampoco la increíble facilidad con la que los tres músicos controlan los tiempos cambiantes de esta música tan vigorosa y compleja, comunicándose entre ellos perfectamente por el medio de la música. Ostentando un talento y habilidad envidiable, los tres instrumentistas saben darles una vida nueva a los temas del antiguo repertorio judío, incluso los que originalmente eran cantados, los cuales en su interpretación exclusivamente instrumental se enriquecen con unos matices nuevos, luciendo los timbres inigualables del clarinete soprano y bajo y el acordeón. Trivium Klezmer también se especializan en unir la música klezmer con otras tradiciones y estilos musicales, creando unas composiciones bellas y originales, como el Clarinetango o Freijazz, evidentemente unos de los preferidos de los espectadores madrileños.

Interpretando cada tema con dedicación incesante, el trio aragonés presentó un espectáculo sin fallos musicales y a la vez divertido, sabiendo revivir a esa tradición musical antigua, cuyo mayor objetivo era entretener a los participantes de bodas y otras fiestas, en las que la música seguía el ritmo y el ánimo de los bailarines. En sus pequeñas actuaciones teatrales, los aragoneses imitaban a las voces humanas, los sonidos de animales y de la naturaleza, haciéndonos reír, y también admirar su espíritu libre y su arte de experimentar con las posibilidades de los instrumentos. Los tres maestros de la música, que hablan y bromean a través de ella, sin menor esfuerzo captaron la atención del público, que llenó la sala esperando lo mejor de su banda favorita y, dado el aplauso cerrado al final del concierto, no salió decepcionado.

Juan Luis Royo (clarinete soprano)
Jorge Ramón (clarinete bajo)
Manuel Franco (acordeón)