Teatro Juan Bravo, Segovia
Un gran aplauso recibió al maestro Ismael en el homenaje que el festival Folk Segovia le brindó por su 80 cumpleaños. Ismael Peña, el gran folclorista, artista genial y maestro de todos, se hizo popular en nuestro país en los años 70 por sus apariciones en televisión con su programa La banda del Mirlitón. Muchos añoramos aún aquellos programas de la primera televisión, hechos con vocación didáctica, por los que pasaron tantas figuras de nuestra cultura.
Durante el homenaje, las presentaciones corrieron a cargo del periodista Luis Martín, que entre actuación y actuación fue haciendo una semblanza de la figura de Ismael. Recordamos así su exitosa etapa francesa, su estrecha colaboración con la poeta Gloria Fuertes y las exposiciones realizadas con sus colecciones, compuestas por miles de herramientas, instrumentos musicales, juguetes, trajes regionales y pinturas, además de las marionetas que están ya en el Museo de Marionetas de Cádiz y la alfarería, adquirida por el Ayuntamiento de Navalcarnero. Luis Martín y José Ramón Pardo recordaron también la larga carrera discográfica de Ismael, que Pardo ha devuelto a la luz al reeditar toda su obra musical con su sello Ramalama.
En el escenario se sucedieron artistas segovianos relacionados en algún momento con Ismael o influidos por su estela. El grupo de danza y música La Esteva fue el primero en actuar, seguido por La Ronda Segoviana, La Órdiga, Free Folk, el dúo Resurcos y un grupo de dulzaineros capitaneado por Carlos de Miguel. Uno de los momentos destacados del homenaje fue la actuación de Hadit, el emblemático grupo de folk de los 70, que se reunía de nuevo tras casi 30 años de ausencia de los escenarios. No podía faltar en este encuentro el Nuevo Mester de Juglaría, que arropó a Ismael con su buen hacer y su cariño.
Cuando por fin Ismael subió al escenario, el público en pie le dedicó un aplauso cerrado. Fueron momentos muy emotivos y el maestro prefirió dejar de lado las notas que había preparado para improvisar un discurso sentido y sincero. “He aprendido mucho de la tierra y de la gente que trabaja la tierra”, declaraba agradecido y emocionado. Ismael nos recordó que debemos transmitir la raíz de nuestra esencia y quiso hacer un llamamiento a los representantes de la Diputación y el Ayuntamiento de Segovia presentes en el homenaje, pidiendo voluntad para que sus colecciones permanezcan en la ciudad.
Llegó la esperada actuación de Ismael, que comenzó con un romance del siglo XV acompañando la voz con el dulcimer. Siguió un precioso poema de Jaime Salinas, musicado por él mismo bajo el título Si me llamaras, y finalizó con El Caracol, del cancionero de Agapito Marazuela, en una interpretación que nos puso los vellos de punta solo con voz y pandereta. Tras una gran ovación, todos los artistas se reunieron con Ismael en el escenario para cantar La Tarara. Para entonces, todo el público había unido ya sus voces en un fin de fiesta emocionante e inolvidable.
Fotos: Carlos Monje