Scott Henderson volvió a tocar en Buenos Aires: la magia sigue intacta

01/12/2021 - Fernando Marinelli
Vota
Comentarios: 0 Imprimir
Scott Henderson con Alejandro Herrera y Fernando Martínez - 26/11/2021
Bebop Club, Buenos Aires
El gran guitarrista estadounidense estuvo nuevamente en la Argentina para ofrecer cuatro conciertos acompañado por músicos locales
HendersonOK

Hacía casi dos años que el guitarrista estadounidense Scott Henderson no pisaba un escenario por culpa del coronavirus y algo más que no tocaba en la Argentina, país al que suele visitar con tanta frecuencia que ya ni recuerda cuántas veces lo ha hecho.

El jueves se daba una feliz coincidencia: era el primer concierto de los cuatro previstos en su regreso al país y el primer show en la nueva sede del Bebop Club, el mítico templo porteño del jazz que dejó su antiguo local en el barrio porteño de San Telmo para trasladarse a Palermo.

La lógica expectativa no fue defraudada: el nuevo Bebop conserva la magia original y Henderson –que aquí casi se siente local– aprovechó esa condición para explayarse con comodidad. A través de siete extensos temas brindó una actuación precisa y contundente, que no excluyó algunas acrobacias en las seis cuerdas. En el logro de esa comodidad tuvieron mucho que ver los músicos locales que el norteamericano eligió para respaldarse: Alejandro Herrera al bajo eléctrico y Fernando Martínez a la batería. Dos virtuosos con los que Henderson ya había tocado en otra oportunidad, a los que se sumaría más tarde Gustavo Cámara al saxo.

Si bien Henderson es mayormente conocido como un referente imprescindible de la llamada Jazz Fusión, él prefiere definirse como “un guitarrista de blues rock que luego aprendió a tocar jazz”. Una definición tal vez más precisa, que se encargó de apuntalar sobre el escenario. El artista que actuó junto a grandes figuras del jazz rock como Joe Zawinul y Chick Corea arrancó con All blues, de Miles Davis, y desde el comienzo dejó claras un par de cosas: que las improvisaciones serían uno de los pilares de su repertorio y que es capaz de manejar, dentro de una misma composición, una amplia variedad de registros que van de la euforia a la serenidad, aunque en este concierto hubo más de la primera que de la segunda. Henderson toca jazz, jazz fusión y blues, pero su actitud es la de un rockero.

Siguió con Misterious traveller, un tema de Wayne Shorter de la época de Weather Report (dos nombres que volvería a visitar más adelante) donde destacó el beat preciso de Fernando Martínez. Y al llegar al cuarto tema, mientras introducía al saxofonista Gustavo Cámara, un Scott ya exultante llamó al público a bailar sobre las mesas una versión muy caliente de Watermelon man, con un solo de guitarra que exhibió la contundencia de una locomotora.

La atmósfera cambió con Equinox, el clásico de Coltrane, con una introducción impregnada de un blues de esos que se clavan en el corazón como un puñal. Pero el cambio de clima fue sólo momentáneo: al rato, la guitarra de Scott ya estaba haciendo de las suyas, corriendo por una montaña rusa, apenas dulcificada por el saxo de Cámara.

En el escenario, mientras Herrera y Martínez permanecían en un segundo plano lumínico, Henderson estaba iluminado a giorno. Pero en el plano musical, el guitarrista dejó espacio suficiente para el lucimiento de sus músicos. En un momento, incluso, llegó a tocar agachado, como cediendo protagonismo, para luego volver a emerger con toda su potencia.

Para la despedida, el fundador de Tribal Tech volvió a abrevar en Weather Report, trayendo una versión de Black market que volvió a hacer subir las pulsaciones. En su enésima visita a Buenos Aires, donde ya es considerado un músico de culto, Scott Henderson volvió a mostrar un virtuosismo que está lejos de la frialdad y una versatilidad fuera de toda duda.

Hay tanto para amar en cada estilo musical –decía el guitarrista en una entrevista brindada a la agencia oficial de noticias Télam en 2019– que nunca entenderé la mente cerrada de algunas personas que sólo escuchan un tipo de música. Eso es de gente aburrida.”

Tal vez alguno de los presentes (como este cronista) haya echado en falta un poco más de blues. Pero de aburrimiento, nada.

Fotografía: Laura Tenenbaum

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.