Sala Galileo Galilei, Madrid
Es un espectáculo estético, desde los colores de su ropa, colores mediterráneos y de la tierra, hasta el despliegue de su infinito arsenal de instrumentos, en su mayoría de percusión, que por sí solo es digno de ver. Pero por supuesto, el verdadero espectáculo llega cuando empieza a sonar la música. Apoyadosen los vientos por Xavi Lozano y a la guitarra y bajo por Guillem Aguilar, la docena de percusionistas consiguen meter los ritmos dentro del cuerpo de quien les escucha.
Cada pieza interpretada se transforma en una experiencia sensorial, mientras las voces, capitaneadas por un insuperable Eliseo Parra, nos atan a la primitiva raíz de las canciones. Un concierto de Coetus se empieza a disfrutar por la vista y se continúa por el pecho, donde resuena su potente música, llegando por fin al oído para un deleite completo. El grupo consigue contagiar su alegría al público, llenando el escenario de diversión, complicidad y compañerismo. Y todo bajo la batuta de un exultante Aleix Tobias.
En lo estrictamente musical, el concierto se abrió con la imponente muñeira “María ramo de palma”, momento desde el cual el público quedó atrapado en las redes de Coetus. A partir de ahí, el grupo fue desgranando todo el repertorio de “Entre tierras”, donde encontramos hipnóticos cantos de siega canarios, cantos de ordeño venezolanos en la voz de Ana Rossi o “Xiqueta Meua”, una nana valenciana en la voz de Judit Nedermann, la otra cantante del grupo. Piezas impresionantes, charros, corridos maragatos o un ajechao interpretado con 12 panderos cuadrados simultáneamente, sin un solo error, en otro espectáculo más para el oído y para la vista.
Escuchando a Coetus parece que pasan por el escenario los sonidos de los cinco continentes, aunque estemos escuchando un peculiar verdegaio o una frenéticas sevillanas corraleras. El concierto, que se hizo corto, tuvo un momento espléndido hacia el final con todos cantando “El mandil de Carolina” en una fabulosa versión que nos dejó plenamente satisfechos.
Coetus ofrece un sonido potente, un espectáculo completo y unas ganas tremendas de formar parte viva de ese escenario que transmite tantas buenas sensaciones y mágicas vibraciones.
Eliseo Parra, voz
Ana Rossi, voz
Judit Nedermann, voz
Aleix Tobias, percusión y voz
Martí Hosta, percusión y voz
Dídac Ruiz, percusión y voz
Bernat Torres, percusión y voz
Antonio Sánchez, percusión
Angelo Manhenzane, percusión
Acari Bertrán, percusión
Alberto Carreño, percusión
Anna Tobias, percusión
Marc Vila, percusión
Fran Lucas, percusión
Mariona Del Carmen, percusión
Xavi Lozano, vientos
Guillem Aguilar, bajo, guitarra y mandola