Diariofolk

La charla, impartida por los dos activos locutores, fue un ameno recorrido por las dos ramas más importantes de la música judía, la de los judíos sefardíes que tras su expulsión de la Península Ibérica se extendieron por el sur de Europa y el norte de África, y la de los judíos ashkenazíes descendientes de los judíos alemanes medievales, que se extendieron por el este de Europa y Estados Unidos. La charla fue ilustrada con la audición de grabaciones, tanto de campo como de artistas profesionales. La propia Araceli Tzigane interpretó, de forma muy notable,  algunas canciones sefardíes acompañada en las percusiones y la guitarra por Juan Antonio Vázquez.
Tras un breve descanso comenzó el concierto de Ofir. El grupo está formado por músicos procedentes del rock progresivo -October Equus-, a los que se les ha unido Lajose, una interesante cantante influida por el pop y el flamenco. Su propuesta es una mezcla de las canciones sefardíes más conocidas, como Escalerica de oro, La Galana y el mar, Una matita de ruda o La Sirena, entre otras, y una instrumentación absolutamente rock, donde destaca el virtuosismo del guitarrista Ángel Ontalva.
Si bien la poca asistencia de público pudo afectarles –la lluvia, el puente en Madrid y lo alejado del teatro donde se desarrolló el concierto tuvieron mucha culpa-, los músicos dieron muestras de cierta frialdad, que contrastó con el entusiasmo de Lajose, que se dejó la piel en el escenario y dio muestras de un potencial interesante.
El sonido de la sala no estuvo bien ecualizado y cuando los temas ganaban fuerza instrumental era difícil escuchar la voz. Aún así disfrutamos mucho con canciones más tranquilas, como el romance El rey de Francia, en el que pudieron lucirse tanto Lajose como Ontalva con unos interesantes jugueteos guitarreros. El saxofonista Fran Mangas no pudo estar en este concierto, por lo que no pudimos apreciar todos los matices del sonido del grupo.
Ofir es una formación interesante y con largo recorrido por delante, con un proyecto arriesgado en el que se mezclan canciones centenarias con instrumentación de vanguardia. Habrá que seguirles la pista.