Café Central, Madrid

Tras el rodaje en el año 2000, Jerry González se instaló en Madrid continuando sus experimentos latino jazzísticos con grandes músicos de flamenco como El Piraña, Diego El Cigala o Niño Josele. También formó la banda Jerry González y El Comando de la Clave, con la que sigue explorando los ritmos afrocubanos al lado de los grandes talentos provenientes de Cuba: Javier Massó «Caramelo», Alain Pérez y Enrique “Kiki” Ferrer.
Los conciertos del Café Central contaron con la participación de Javier Colina en el contrabajo, quien tornó esta noche en una delicia para los amantes de los sonidos profundos de este instrumento. Justamente aclamado como uno de los mejores contrabajistas españoles, Colina parecía sumergirse mientras tocaba en el mundo etéreo de la música, de donde traía las melodías únicas, como si estuviera presente en dos lugares simultáneamente, lo que no impidió que correspondiera perfectamente con los demás músicos y evidentemente gozara de los ritmos que nacían de este conjunto instrumental excelente.
El entendimiento mutuo entre los músicos les dejó crear cosas totalmente nuevas que nacían en un instante en el escenario, llevándoles más allá de los temas del repertorio. Sonaron estándares interpretados a la manera clásica, como Tenderly liderado por el apasionante fiscorno de Jerry González o Bésame mucho (aunque el solo impactante de Javier Colina fuera indebidamente cortado por la trompeta). Las demás piezas iban mucho más lejos del estándar, guiadas por ritmos rumberos bailables, ofreciendo cada vez nuevas sorpresas y desarrollándose sin límites en diálogos instrumentales irrepetibles. La sensibilidad entre las congas y el contrabajo se quedará en nuestra memoria para siempre, por lo que perdonamos a los músicos la falta de un solo del excelente baterista Kiki Ferrer y un espacio más amplio dedicado a la maestría de Caramelo en el piano.
Alguien podría pensar que para completar la lista de grandes músicos de la escena madrileña presentes esta noche en el Café Central faltaba tal vez Jorge Pardo. En el último tema esta idea se hizo realidad cuando este gran músico salió al escenario añadiendo a la diversidad musical un toque flamenco de su flauta inmejorable. Así llegó el final de esta muestra cubano-española-estadounidense con el latín jazz en su mejor forma.
Jerry González, congas y trompeta
Javier Colina, contrabajo
Javier Massó «Caramelo», piano
Enrique “Kiki” Ferrer, batería
Fotografías: Javier González