Sala Galileo Galilei
El concierto que brindó Jason Moran a los asistentes será recordado durante mucho tiempo en la memoria de los mismos. En él se pudo observar toda una serie de elementos característicos de la música afroamericana y el trío capaz fue capaz de unir los sonidos más modernos y vanguardistas con los de los años 20 sin producirse ningún salto o escalón sonoro.
Moran utilizó un sampler para dibujar algunas figuras de música clásica con las que invitar a sus compañeros a unirse, creando un “desorden” musical sumamente ordenado y dar paso, casi sin que nos diéramos cuenta, a una moderna versión de Honeysuckle Rose que mantenía toda la esencia del clásico de Fats Waller, uno de los pianistas que más ha influenciado a Moran. Lo mismo ocurrió con Thelonious Monk, a través de otro sampler con elementos percutivos africanos y de una parte con elementos mas propios del free jazz, para dar paso a una electrizante versión de Thelonious llena de un swing demoledor.
Incluso Billie Holiday tuvo su propio homenaje cuando Moran lanzó de nuevo otro sampler con Lady Day cantando, mientras él abandonaba brevemente el escenario para regresar e iniciar una interacción entre el sampler y el trío que se fusionó hasta que sólo quedaron los tres músicos en una sutileza infinita.
A parte de los temas clásicos, hubo momentos para los temas de Ten (Blue Note, 2010), el último disco publicado por el trío. Así sonaron, entre otros, RFK in the Land of Apartheid, Blue Blocks o The Bob Vatel of Paris, llenos de elementos pertenecientes a estilos como el hip hop, el funky o el soul, todo ello bañado con un enfoque neobop.
Sin duda, el hecho de que el trío lleve mas de diez años tocando conduce a que los músicos hayan desarollado una complicidad -ni siquiera tienen que mirarse durante la actuación- capaz de llevar su música a laberintos y límites rítmicos insospechados. Sublime
Intérpretes:
Jason Moran, piano
Tarus Mateen, contrabajo
Nasheet Waits, batería