Diariofolk

Fotografías: Pablo Neustadt

El pasado 16 de septiembre el Fernando Egozcue Ensamble inauguró la décima edición del festival MadridFolk con un soberbio repertorio de composiciones propias y reinterpretaciones de clásicos de Astor Piazzolla (1921-1992) Empezó el concierto con Otoño porteño, y hacia el final, Verano porteño, ambos pertenecientes a las Cuatro estaciones porteñas. Entre medias, Quinientas motivaciones, obra de 1976 que el maestro del tango le obsequió en París; fue estrenada coincidiendo con la designación de Piazzolla como Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

Egozcue mezcla el tango nuevo con el jazz contemporáneo, teñido de aires hispanos. Fantasía Ibérica es su personal forma de recrear, solo con guitarra, la composición Iberia de Isaac Albéniz; el guitarrista la reescribió para la Compañía Ibéríca de Danza, cuyo director es Manuel Segovia, artífice incansable de este Festival. Volver, de Aníbal Troilo, también fue delicadamente interpretada con el único acompañamiento de la guitarra. Y el concierto terminó con Viejos Aires y en el bis, Carne Cruda, ambas composiciones propias.

Madridfolk es una oferta musical caracterizada no solo por programar folk; también hay una importante parcela dedicada a la danza. Por eso, en el escenario, acompañando al septeto de cámara (bandoneón, violín, violonchelo, contrabajo, piano, percusión y guitarra) estuvieron los bailarines Carolina González y Gonzalo Capitani, que por la mañana habían impartido clase en el Círculo, en un acto más del Festival.

La Sala de Columnas estaba abarrotada de un público totalmente entregado con la banda. No era para menos; el tango más elegante y el jazz, de la mano, habitan en Madrid.

Músicos:
Claudio Constantini, bandoneón
Laura Pedreira, piano
Cary Rosa Varona, violonchelo
Martin Bruhn, percusión
Miguel Rodrigáñez, contrabajo
Laura Pedreira, piano
Fernando Egozcue, guitarra